La ACTC y su desinterés por el capital más valioso: los fanáticos del Turismo Carretera

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El Turismo Carretera, una categoría con una rica historia que ha cautivado a los amantes del automovilismo desde su creación en 1937, se enfrenta a un momento crucial en su evolución. La noticia sobre la incorporación de carrocerías del Ford Mustang Mach 1, el Chevrolet Camaro ZL1 y el Dodge Challenger SRT para 2024 ha causado revuelo y expectativa entre los seguidores de la categoría.

Sin embargo, la actitud de la Asociación Corredores Turismo Carretera (ACTC) al no oficializar con detalles precisos este importante cambio es, sin duda, una falta de respeto hacia los fanáticos que tanto han contribuido al éxito y a la longevidad de esta categoría.

El público y su pasión son uno de los principales capitales del Turismo Carretera. Son ellos quienes llenan las tribunas, siguen cada carrera con fervor y han convertido a esta categoría en una de las más queridas y tradicionales del automovilismo argentino. Por lo tanto, no anunciar oficialmente una modificación tan significativa es un desaire hacia aquellos que han dedicado tiempo, esfuerzo y recursos para que la categoría esté en camino de cumplir cien años.

La falta de un anuncio formal también ha generado confusión entre los seguidores. La incertidumbre reina, ya que muchos no saben exactamente cómo se llevará a cabo esta modificación. Algunos especulan con la importación de los famosos muscle cars americanos y hasta la utilización de su motorización original cuando en realidad es una modificación meramente estética. La falta de claridad solo alimenta la incertidumbre y deja a los fanáticos en la oscuridad, esperando respuestas que aún no han llegado.

Hasta ahora, el único que ha brindado detalles sobre este cambio es Diego Iuliano, responsable técnico de la ACTC. También se han escuchado declaraciones de los responsables de equipos comprometidos a poner en la pista autos con la nueva fisonomía. Sorprende que sea necesario oír estas informaciones a cuentagotas a través de los medios, aunque no sorprende…

Históricamente, en la calle Bogotá han optado por discutir los cambios en voz baja y, una vez que se hacen públicos, esperan la reacción de la gente para actuar en consecuencia. Esta actitud, lejos de generar confianza, crea lo contrario y deja en evidencia una falta de compromiso con la comunidad que respalda la categoría.

Es innegable que la falta de oficialización sobre este cambio relevante, más allá que alguna vez el propio presidente de la entidad deslizó su interés por efectuarlo, ha generado una verdadera revolución en el ambiente automovilístico. Es probable que desde la ACTC estén satisfechos por la atención y el debate que ha suscitado la mención del nuevo TC.

Sin embargo, el desconocimiento que rodea el proyecto debido a la ausencia de una comunicación oficial ha llevado a que los propios fanáticos cuestionen y critiquen a la categoría. Esta situación seguramente no es del agrado de los patrocinadores que apoyan a la ACTC y que esperan una gestión acorde a su inversión.

Esta actitud de no oficializar un cambio tan relevante resulta significativa y contrasta con lo sucedido a fines de 2021, cuando la propia categoría anunció con bombos y platillos la llegada de Toyota con el Camry. Aquella vez, la ACTC se mostró dispuesta a comunicar y compartir las novedades con su público. ¿Qué ha cambiado desde entonces? ¿Por qué esta falta de respeto hacia los fanáticos y su derecho a estar informados?

En última instancia, la actitud de la ACTC deja en claro que el público, su principal capital, tiene poca importancia. Es desalentador ver cómo una categoría que ha construido su legado sobre la base de la pasión de sus seguidores no valore su participación y sus expectativas.

La falta de oficialización de este cambio relevante no solo demuestra una desconexión con la comunidad que apoya al Turismo Carretera, sino que también pone en riesgo su imagen y hasta su futuro.

Los fanáticos merecen respeto y un trato digno. Es hora que la ACTC reflexione sobre su actitud y entienda que sin el apoyo de aquellos que aman a la categoría, difícilmente estaría camino a cumplir cien años.