Bronca, frustración. Esos sentimientos -y algunos más- son los que aún tiene Agustín Canapino después de su segunda participación en las 500 Millas de Indianápolis. Y no es para menos. Después de llegar a estar octavo y con grandes chances de terminar en el Top 10, el piloto del Juncos Hollinger Racing cruzó la Brickyard en el 22° lugar a una vuelta del ganador, el estadounidense Josef Newgarden (Penske).
No obstante, el resultado final no refleja el gran desempeño del arrecifeño, quien durante gran parte de la carrera estuvo en el lote de los líderes y peleó de igual a igual con pilotos de más experiencia. Pero qué fue lo que ocurrió…
En la entrevista posterior a la carrera que concedió a Campeones, Canapino expresó su frustración por lo que pudo haber sido un mejor final: “Tengo que agradecerle a Ricardo Juncos, a Brad Hollinger y a todo el equipo. Me han hecho vivir una experiencia única. Me dieron un auto fabuloso… Les tengo que pedir perdón… Si bien fue que se me bloqueó la rueda entrando a boxes. No hay excusas; simplemente apreté demasiado el freno…”.
Durante la carrera, Canapino mostró un gran desempeño, avanzando posiciones vuelta tras vuelta. “Venía siendo una carrera perfecta. Me retrasé un poco al principio y después me empecé a recuperar. Empecé a pasar autos y a avanzar de una manera impresionante…”, dijo.
La última parada en boxes fue crucial y desafortunada. Canapino, consciente de la importancia de esta última detención a 30 vueltas del final, explicó: “Tuve un gran auto toda la carrera. Sabía que esa última parada era importante. Me veía con chances de pelear por la carrera. Estaba detrás de los Penske que venían avanzando. No me había podido sacar a los autos de adelante y quería hacer una gran parada como para estar en posición de pelear por la carrera en el final y me excedí”.
El error en la frenada, que resultó en una penalización, fue determinante: “Quise aprovechar el último relanzamiento para hacer una gran parada en boxes. No frené más tarde de lo que tenía pensado, el punto de frenado estuvo bien, pero apreté muy fuerte el freno, se me bloqueó la rueda y no pude parar y me excedí en la entrada a boxes”.
Más allá del resultado, Canapino se convirtió en el segundo piloto argentino en cruzar la meta en las Indy 500 en 91 años ya que el único que había conseguido esa proeza fue Raúl Riganti en 1933 cuando finalizó 14°.
A pesar de la situación vivida, la actuación de Canapino dejó una impresión positiva y demostró su capacidad para competir al más alto nivel en esta icónica carrera. Ahora deberá recuperarse, pensar en sus próximos desafíos y lograr ese buen resultado que por esas cosas de las carreras se le viene negando.