En la previa de las 24 Horas de Le Mans, José María López destacó la relevancia de la noche en esta prueba de resistencia tan particular. “Se gana o se pierde la carrera”, le dijo el cordobés a Automundo cuando se le consultó sobre la importancia de estar detrás del volante bajo las estrellas.
La pregunta no fue casual ya que en las ediciones anteriores los turnos nocturnos los realizó el cordobés. Sin embargo, en esta edición Pechito tuvo el segundo relevo y así el tercero, en plena noche, pasó al japonés Kamui Kobayashi.
Cuando a la carrera le quedaban más de 15 horas y los punteros ya habían completado 103 vueltas, Kobayashi, que venía segundo, se pegó con el italiano Louis Prette de la clase GTE Am en una confusa maniobra debido a que había régimen de bandera amarilla.
En el golpe, el Toyota quedó severamente dañado. Si bien el nipón intentó llegar a boxes, el auto se detuvo en la pista y no le quedó otra que bajarse de su máquina. Finalmente, fue abandono para López, Mike Conway y Kobayashi.
Como se suele decir, Le Mans elige al ganador… Y está vez no eligió al auto N° 7.