Luego de un inicio de temporada 2019 marcado por los retrasos de producción y unas actuaciones muy decepcionantes, Williams lanzó a tiempo su Fórmula 1 para 2020, el FW43, que la escudería británica espera hacer “progresar” de la mano de sus pilotos, el inglés George Russell y el debutante canadiense Nicholas Latifi.
El monoplaza, de colores rojo, azul y blanco, dio una vuelta en el circuito de Barcelona, donde comienzan el miércoles los ensayos oficiales de pretemporada.
“Este año marca un nuevo comienzo para el equipo”, prometió Claire Williams, team principal adjunta en un comunicado. “Hemos dedicado tiempo a nuestros puntos débiles y nos hemos asegurado de disponer de personas, estructuras, procesos y recursos adecuados para fabricar vehículos de carreras competitivos”.
“Estamos todos comprometidos en reconstruir Williams y en hacer al equipo competitivo”, asegura. “En este sentido, el objetivo de nuestra campaña 2020 es progresar”.
“Hemos prestado mucha atención a comprender los problemas del FW42 (el Williams de 2019) y hemos elegido cuidadosamente las partes del monoplaza a desarrollar, las que nos darían el máximo rendimiento con los recursos de los que disponemos”, explicó Doug McKiernan, el responsable de diseño.
“El concepto de base es una evolución del coche antiguo, en el que hemos trabajado sobre todo en los frenos, que tantos problemas nos dieron el pasado año, y en la reducción en general del peso del monoplazas. Hemos hecho también notables pasos adelante desde el punto de vista del sistema de refrigeración”, agregó el ingeniero.
La temporada 2019 fue catastrófica para Williams. El equipo se perdió los dos primeros días de ensayos invernales al no poder terminar su monoplaza en los plazos fijados. Último en la clasificación de constructores por segundo año consecutivo, solo consiguió un punto, en Alemania, por penalizaciones a Alfa Romeo.