En el marco del 70° aniversario de la marca del Escorpión el municipio de Turín homenajeó a su fundador.
En la ciudad italiana de Turín se inauguró oficialmente la Via Carlo Abarth, en honor a los primeros 70 años de la marca Abarth y al fuerte vínculo compartido por su fundador y la capital de la región del Piamonte desde 1949.
Carlo Abarth (1908-1979) nació en Austria, pero eligió vivir en Italia, concretamente en Turín donde, en 1949, comenzó su carrera en Cisitalia, luego abrió la primera oficina de su compañía Abarth & C junto con el piloto Guido Scagliarini en la Via Trecate.
Desde entonces, la historia de la marca del Escorpión nunca ha mirado hacia atrás, acumulando logros deportivos e industriales en abundancia, lanzando revolucionarios kits de transformación y logrando victorias legendarias en circuito.
Durante esos mismos años, la compañía también forjó una asociación inquebrantable con Fiat, la histórica marca de automóviles de Turín fundada hace 120 años. De hecho, el primer vehículo del Escorpión fue el 204 A, un sucesor del Fiat 1100, que pasó a la historia del mundo del automóvil cuando, el 10 de abril de 1950, Tazio Nuvolari lo pilotó con gran maestría alzándose con la victoria en su última carrera, la Palermo-Monte Pellegrino.
También en Turín, el 4 de julio de 1957, se lanzó el legendario Fiat 500. Carlo Abarth se enamoró de este vehículo y estaba seguro de que con solo unos pequeños retoques, tendría todo el potencial de un automóvil de altas prestaciones. Fue así como se creó el primer Fiat Abarth 595, que comenzó una racha de victorias en todo tipo de circuitos. Al mismo tiempo, la marca también lanzó sus famosos “kits de transformación Abarth” para desarrollar el 500, que ahora es objeto de deseo para el gran público.
En la década de 1960, la marca del Escorpión alcanzó su apogeo. Para satisfacer la creciente demanda, Abarth decidió trasladar su producción a una nueva fábrica ubicada en Corso Marche, nuevamente en Turín.
Y ahora, precisamente 40 años después del fallecimiento de Carlo Abarth, la capital de Piamonte le ha dado su nombre a una calle en honor al ingenio y a la primera persona en reconocer el potencial que existe en la transformación y realización de actualizaciones técnicas en coches de serie.