El Club de Volantes Entrerrianos (CVE) recibió con asombro y desilusión la noticia de que la Asociación Corredores Turismo Carretera (ACTC) desafectó al Autódromo Ciudad de Paraná. La decisión se comunicó mediante un escueto anuncio, generando incertidumbre y preocupación en el mundo del automovilismo entrerriano.
Ladislao Uzin Olleros, integrante del CVE, expresó su sorpresa ante la medida: “Nosotros tomamos conocimiento del mismo modo que lo ha hecho toda la gente, a través de este escueto comunicado que ha largado la ACTC desafectando al autódromo de Paraná de todas las categorías que fiscaliza, pero desconocemos las motivaciones porque en el comunicado no da ninguna razón, ni fundamentarlo. Nosotros no hemos tenido ninguna notificación, ni citación a una reunión previa para deliberar o para hacernos saber de alguna condición que ponga la ACTC”, afirmó el dirigente al Diario UNO.
El CVE, que ha sido sede del Turismo Carretera desde 1997 hasta 2022, se encuentra ahora en una situación incierta. “No tenemos ningún conflicto ni con las ACTC, ni con la CDA del Automóvil Club Argentino, ni con los clubes colegas, ni con las categorías, ni con los pilotos, el autódromo está en óptimas condiciones operativas”, añadió Uzin Olleros.
La ACTC desafectó Paraná, pese a que una de sus categorías tenía visita programada
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La decisión de la ACTC llega en un momento crítico para el CVE. El club ha enfrentado desafíos económicos significativos debido a la inflación y los altos costos operativos. “Nosotros entendemos que con la profesionalización que tiene el automovilismo naturalmente hay que ir adecuándose. Ahora bien, en las condiciones económicas que estamos pasando el club no puede comprar una carrera que tiene de base un presupuesto de 200 millones de pesos”, explicó Uzin Olleros.
El dirigente destacó que la ACTC debería compartir los costos asociados con la organización de las carreras. “Nosotros no vamos a comprometer el patrimonio, ni las finanzas del club en comprar una carrera que nos pueden llevar a la quiebra. En las actuales condiciones el esfuerzo tiene que ser compartido”, aseguró.
“No puede ser que la ACTC se lleve toda la plata. Al club, hablando en criollo, nos dejan una propina que no alcanza para pagar el gasoil que se necesita para preparar el circuito, para mover los grupos electrógenos y atender todas las obligaciones que tiene el club”, argumentó Uzin Olleros.
La desafectación del autódromo de Paraná podría tener repercusiones significativas para el automovilismo en la región. El circuito ha sido un pilar del deporte motor en Entre Ríos, atrayendo a miles de aficionados y generando importantes ingresos económicos para la comunidad local. La pérdida de eventos fiscalizados por la ACTC representa un golpe duro no solo para el CVE, sino también para la economía regional.
A pesar de la adversidad, el CVE no pierde la esperanza. Los dirigentes del club buscan dialogar con la ACTC para entender las razones detrás de la decisión y encontrar una solución que permita al autódromo seguir siendo un punto de referencia en el calendario del automovilismo nacional. “Instalar hoy una ampliación de la red de sanitarios, tiene de base un costo de 17 millones de pesos y si al club no le entra plata con qué lo vamos a hacer”, concluyó Uzin Olleros.
El Club de Volantes Entrerrianos se enfrenta a un desafío sin precedentes. La capacidad del club para adaptarse a las nuevas realidades económicas y negociar condiciones más justas con la ACTC será crucial para determinar su futuro.
