El Autódromo Ciudad de Paraná se convirtió en el escenario de emociones intensas en la décima fecha del Top Race. La carrera tomó un giro impactante cuando el debutante Ulises Campillay, de solo 19 años, sufrió un vuelco espectacular.
Después de una serie de tumbos, la carrocería del Chevrolet Cruze TRV6 de Campillay quedó destrozada, pero la estructura tubular y las protecciones alrededor de la butaca jugaron un papel crucial en la seguridad del piloto.
En las primeras vueltas de la final, Campillay se vio envuelto en un accidente de manera involuntaria. Después de que Tomás Cingolani y Josito Di Palma se tocaran, el auto de Campillay recibió un impacto producto de ese incidente, se fue de pista y comenzó a dar tumbos destrozando la carrocería y buena parte del auto. A pesar de la destrucción casi total del vehículo, la estructura resistió y protegió la vida del piloto.
La seguridad de los autos de Top Race, varias veces comprobada por incidentes similares, permitió que Campillay fuera trasladado consciente y lúcido. A pesar de las lesiones en la clavícula y el brazo derecho, su estado hemodinámico se mantuvo estable.
El piloto, que antes de su debut en el TR hizo experiencia en el TR Series, Fue llevado a la Clínica Modelo de Paraná para exámenes adicionales y confirmar la posible fractura en la clavícula. La rapidez y eficacia de la atención médica también fueron fundamentales para que esto fuera solo un susto.
Este incidente tuvo consecuencias significativas en el campeonato, ya que Di Palma, líder en la tabla, tuvo que abandonar debido a los daños en su auto. La lucha por el título se intensifica, con Di Palma liderando las posiciones con 278 puntos, seguido por Diego Azar con 261 y Marcelo Ciarrocchi, ganador de la carrera, con 239.