El fabricante estadounidense de automóviles eléctricos Tesla contabilizó unas pérdidas netas de 784,6 millones de dólares en los tres primeros meses del año actual, lo que supone casi duplicar (+97%) los números rojos del mismo período de 2017.
No obstante, la compañía cerró el primer trimestre del ejercicio actual con una cifra de negocio de 3.408 millones de dólares, lo que se traduce en una progresión del 26,4% en comparación con el mismo período del año precedente.
Entre enero y marzo de este año, la corporación registró unas pérdidas antes de impuestos de 779,02 millones de dólares, lo que representa una fuerte subida del 109% respecto a los datos de dicho período del año previo.
Los ingresos de la compañía en el primer cuarto del año se vieron beneficiados por las ventas del Model 3, aunque sus resultados trimestrales también sufrieron el impacto de la industrialización y de los retrasos de producción de este modelo.
Desde Tesla indicaron que en abril lograron que la producción del Model 3 alcanzara 2.270 unidades a la semana, consiguiendo superar la barrera de las 2.000 unidades semanales por cuarta semana consecutiva.
“A pesar de estar en una etapa de lanzamiento, el Model 3 está en la cúspide para convertirse en el sedan premium de tamaño medio más vendido en Estados Unidos”, aseguró la compañía con sede en Palo Alto (California).
Además, explicó que, si se cumplen sus planes, la previsión es lograr beneficio neto tanto en el tercer como en el cuarto trimestre de este año, basándose en su capacidad para alcanzar un volumen de producción de 5.000 unidades semanales del Model 3.
“Después de una forma de capital eficiente añadiremos capacidad para lograr la cifra de 10.000 unidades semanales”, aseguró la empresa.