La empresa estadounidense Terrafugia está desarrollando un vehículo volador, conocido como TF-X. El primer prototipo estará listo para probar en 2018; mientras que la comercialización comenzaría en 2024.
El concepto creado por esta compañía tiene alas desplegables con motores eléctricos gemelos unidos a cada extremo y que proyectan una potencia de 300 caballos. Estos motores le permiten al TF-X pasar de una posición vertical a una horizontal. El empuje será proporcionado por un ventilador de flujo guiado. El vehículo podrá alcanzar una velocidad de crucero de 322 km/h y cuenta con una autonomía de vuelo de 805 kilómetro.
Terrafugia señaló que su objetivo es proporcionar un “verdadero transporte de puerta a puerta” con un vehículo capaz de ser estacionado en un garaje como un coche normal. Sin embargo, un avance de estas características necesita sistemas específicos, como tener una conducción semi-automática. Para volarlo será necesario una computadora de control, que tendrá la última palabra sobre si se puede aterrizar en el lugar de destino, previamente indicado, o si se debe abortar un intento de aterrizaje en cualquier momento.
La compañía presentó el modelo durante la reunión anual de la Asociación de Aviones Experimentales, en Estados Unidos. Allí, proporcionó una animación que muestra cómo funciona el vehículo. El TF-X despega por la inclinación de las hélices con motor eléctrico de 90 grados y, a medida que se mueve para iniciar el vuelo, las hélices giran alrededor hasta quedar paralelas al cuerpo del vehículo. Cuando se activa el ventilador de flujo guiado, las hélices dejan de girar y vuelven a su posición inicial, a lo largo de la nave.
La empresa está realizando pruebas sobre un modelo a escala de una décima parte en el túnel de viento de los hermanos Wright, en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). Los ensayos permiten probar varios aspectos como las fuerzas de arrastre, la elevación y hasta el empuje.
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