La superficie abrasiva de la pista, unida a las altas temperaturas y la exigencia de las cinco curvas a la izquierda, las nueve a la derecha y la larga recta de más de un kilómetro, hacen del Circuito Internacional de Termas de Río Hondo, escenario del GP de la Argentina, una prueba la calidad para las neumáticos Michelin, proveedora exclusiva del MotoGP.
“Cuando tuvimos un test en 2015 llovió, así que no obtuvimos todos los datos y en los tres años que hemos corrido allí hemos tenido inclemencias meteorológicas, lo que ha significado que nunca hemos podido conseguir un fin de semana completamente seco en el que podamos evaluar totalmente el rendimiento de los neumáticos”, afirmó Piero Taramasso, responsable de Michelin Motorsport.
“Es una pista muy exigente que puede llevar los neumáticos al límite, sobre todo si hace mucho calor, así que nos hemos preparado para lo que nos espera y estamos decididos a conseguir unos buenos resultados, si el tiempo nos lo permite”, agregó.
La asignación para el GP argentino estará compuesta por neumáticos Michelin Power Slick blandos, medios y duros que han sido elegidos para adaptarse a las exigencias del circuito y que tendrán un diseño simétrico.
Se trata de la primera ocasión en que Michelin suministra una selección completa de neumáticos traseros simétricos en el circuito argentino, pero se ha abogado por dicha opción tras el análisis de los datos y al observar el desgaste que se genera en las curvas.
Taramasso detalló que esta asignación está basada en el nuevo asfalto renovado en 2018 y en las conclusiones que se pudieron extraer el pasado año mientras se giró en seco, además del “intenso conocimiento del comportamiento de los compuestos en otros circuitos con características similares”.