Durante la subasta que la casa Phillips realizó en Nueva York bajo el título Racing Pulse, uno de los TAG Heuer Monaco de Steve McQueen utilizados en la mítica película Le Mans (1971) fue vendido por 2.208.000 de dólares, convirtiéndolo en el reloj pulsera de la firma más caro jamás vendido.
Situado en el Lote 20, este TAG Heuer Monaco que McQueen le regaló a mecánico personal Haig Alltounian tras la filmación abrió con una oferta de 200.000 dólares y en una puja en línea que duró solo siete minutos encontró un nuevo dueño.
Introducido en 1969, el Monaco de TAG Heuer fue diseñado por Jack Heuer y se convirtió en el primer reloj de pulsera cronógrafo de cuerda automática cuadrado e impermeable del mundo.
Impulsado por el Calibre 11, se caracterizaba por una masa oscilante microrotor y una inusual colocación de la corona en el lado izquierdo de la caja. Hoy en día, la referencia Monaco 1133 es un icono entre los aficionados a los cronógrafos con un legado perdurable en la industria relojera.
“El Mónaco de Steve McQueen no sólo se convirtió en uno de los relojes más reconocidos y celebrados del siglo pasado, sino que comenzó a formar parte de la cultura de TAG Heuer. Nos hemos sentido emocionados por el entusiasmo mostrado por la comunidad relojera durante la subasta, y este resultado récord es un testamento de la importancia histórica y el legado continuado de este reloj TAG Heuer”, afirmó Frédéric Arnault, director general de TAG Heuer
Le Mans fue el tributo de McQueen a un deporte que enfrentó a hombres, mecánicos, velocidad y resistencia entre sí en un viaje emocionante, colocando a los espectadores en el asiento del conductor.
Hoy en día, la película es un clásico recordado por sus innovadoras escenas de carreras. Mientras McQueen y sus compañeros del reparto eran las caras públicas de la película, el personal técnico y los automóviles, como el Porsche 917 de Michael Delaney, también desempeñaron un papel integral.
Quizás el miembro más importante entre el equipo detrás de escena fue el mecánico jefe de Le Mans, Alltounian, visto en un póster de película original parado directamente detrás de McQueen. El actor reconoció tanto su trabajo que en el último día de filmación, le regaló uno de los relojes de pulsera cronógrafo Heuer Monaco utilizados durante el rodaje.
Como lo contó Alltounian en el documental de 2015, Steve McQueen: The Man & Le Mans, cuando McQueen le entregó el reloj a Haig, dijo “gracias por mantenerme con vida todos estos meses”.
Si bien Haig se negó a aceptarlo y sugirió que McQueen se lo diera a su esposa o hijo, McQueen le dijo que no podía porque ya tenía el nombre de Haig en él, haciendo referencia a la inscripción del fondo de la caja, “To Haig Le Mans 1970”.
Este fue el mismo reloj que tenía McQueen cuando rodó escenas sobre el Porsche 917 a velocidades superiores a las 320 km/h a través de la mítica recta Mulsanne.
