En su momento mucho se habló de la llegada del Súper TC2000 a la era del motor turbo tras el acuerdo que hizo con la firma francesa Oreca para que le entregue este tipo de motorización ya desde 2019. Con esta decisión la categoría se convierte en la segunda del país en utilizar esta plantas motrices turboalimentadas tras el Rally Argentino, que las emplea desde hace un par de años.
Pero la idea de impulsar un auto de carreras con un motor turbo en nuestro en la Argentina no es nueva. De hecho, en 1991 la Asociación Corredores Turismo Carretera se animó a crear una división a la que llamó TC Turbo.
La idea de la ACTC era allanar el camino para la actualización del parque del TC ante la dificultad de encontrar fierros para armar los autos y, de paso, hacerle sombra al TC2000, que contaba con mucha más popularidad, al correr con los mismos modelos.
El parque del TC Turbo estaba integrado por Renault Fuego, Ford Sierra, VW Carat y Fiat Regatta, todos vehículos con motores de 1.9 y 2.2 litros de cilindrada. A estos vehículos se los dotó con turbos Garret con una presión máxima permitida de 1,3 Bar y un régimen de 6.000 rpm. La potencia superaba los 300 caballos.
Entre los pilotos que apoyaron a la flamante categoría teceísta estaban Oscar Aventin, Roberto Mouras, Cocho López, Ernesto Bessone, Carlos Aranzana, Jorge Omar del Río Hugo Olmi, Rubén Bulla y Omar Bonomo. Los autos provenían del mismo TC2000 y de la Clase 3 del Turismo Nacional.
El 6 de diciembre de 1992, el TC Turbo se presentó ante más de 20.000 personas. El lugar elegido fue el autódromo de Buenos Aires, escenario de la última fecha del torneo de TC que consagró al Puma Aventin como campeón.
El entusiasmo de la ACTC se contrastó con el interés que realmente existía en participar del TC Turbo: Solo se presentaron siete vehículos que giraron a modo de exhibición. A eso se sumó la indiferencia del público por el escaso ruido de los motores. Así el proyecto rápidamente quedó archivado.
Hoy la historia se repite, aunque esta vez los turbo llegan a una categoría que ya está en marcha. ¿La aceptarán los fanáticos? Solo el tiempo tendrá la última palabra.
