El viernes, mientras se disputaba el primer entrenamiento del Gran Premio de Arabia Saudita de Fórmula 1, misiles de los rebeldes hutíes de Yemen hicieron estallar una instalación petrolera ubicada a solo unos pocos kilómetros del circuito callejero de Jeddah. Esto puso en jaque la realización del evento, que siguió adelante gracias a la promesa del gobierno saudí de extremar la seguridad y asegurar que el paddock de la Máxima no corría riesgo.
El príncipe saudí Abdulaziz Bin Turki Al-Faisal, ministro de deportes de Arabia Saudita, explicó que las decisiones tomadas para continuar con el evento se basaron en información detallada de los servicios de seguridad y no por una especulación de la organización de la prueba.
“Todas las agencias de seguridad estaban en alerta máxima en términos de seguridad ante cualquiera de las amenazas. Todos están bajo vigilancia las 24 horas, diría yo, en términos de dónde podría provenir la amenaza y qué hacer para actuar”, explicó en una reunión con un grupo de periodistas.
“Tenemos niveles de seguridad muy altos para albergar un evento de este tipo y sabemos que es reconocido como un centro de atención porque los medios están aquí. Nos dimos cuenta de eso desde el principio”, agregó.
“Si hay una amenaza para el evento pueden estar seguro de que cancelaremos la carrera. Pero no hay amenaza y eso es lo que discutimos con todos”, insistió.
Si bien el ataque ha eclipsado el fin de semana del GP de Arabia Saudita, Al-Faisal dice que ceder ante los terroristas no es una opción que deba considerar ningún país. “La gente no quiere que estas cosas sucedan en nuestra región. Si miran a nuestro alrededor, hay problemas en todo nuestro país y si miras a Irak, Libia, Líbano, Siria y Yemen. Todas estas áreas tienen problemas”, apuntó.
“Solo queremos seguir adelante con nuestras vidas. Queremos prosperar y queremos una buena calidad de vida para nuestra gente y lo estamos haciendo con la visión 2030 y ese es nuestro objetivo, tener un futuro real sostenible para nuestros hijos y nuestro futuro y crecer. Pero no podemos hacerlo solos. Tenemos que hacer que la comunidad internacional condene estos ataques y ponga fin a esto en cualquier parte del mundo”, culminó.