Cuando el español Marc Márquez se baja de su moto y se sienta en su rincón del box del equipo oficial Honda de MotoGP, la primera persona con la que habla es Santi Hernández, su ingeniero de pista que lleva más de 20 años dentro del Mundial de Motociclismo. De hecho, fue parte del equipo técnico que llevó al título de 500 cc al también español Álex Crivillé en 1999.
“De pequeño, las motos estaban muy presentes en casa y tener la oportunidad de trabajar en un equipo como el Repsol Honda y además hacerlo con un piloto que para mí siempre había sido un referente y un ídolo, fue lograr un sueño”, recuerda Hernández sobre aquellos años junto a Crivillé.
Después de tantos años en el Mundial, Hernández también es la persona indicada para comparar épocas. “Todo ha ido evolucionando. Antes había rivalidad, pero no había tantos intereses. Entre mecánicos, equipos y pilotos había una unión más de amistad, no tan de rivalidad. Hoy en día, se ha profesionalizado tanto, que el ambiente que se respira no es el mismo. Antes había una comunión entre todo el mundo más amable, en cambio hoy en día todo el mundo está pensando sólo en el objetivo, en ganar”, afirma.
-¿Qué crees que ha cambiado más, el campeonato en sí o la tecnología y las motos?
-Creo que tanto el campeonato como la tecnología en las motos, en positivo, han cambiado mucho. El campeonato ha creado un producto que, ahora mismo, es envidiable. Ha crecido y se ha profesionalizado de tal manera que para el que le gustan las motos es increíble. Y a nivel técnico ha cambiado muchísimo, hace 22 años había muchas cosas que eran impensables que se pudieran controlar. Sobre todo a nivel de seguridad, tanto el campeonato como la tecnología han ayudado mucho a que sea mejor.
-En 2011 empezaste a trabajar con Marc Márquez en Moto2, ¿en qué dirías que es donde más ha cambiado?
-Marc me sorprendió desde el primer día que estuve con él por un comentario que nos hizo de cómo iba la moto y cómo se expresó. Pero siempre digo lo mismo: Marc cada día me sorprende. No soy yo quién le tiene que decir qué tiene que mejorar. Es un piloto que está en un constante aprendizaje y es capaz de aprender de sus errores. A veces, aprendo más yo de él que él de mí, y eso es bonito también.
-¿Cuánto hace que no ves la salida de una carrera? ¿Superstición o nervios?
-Superstición. Desde el año 1999, cuando empecé a trabajar con Álex Crivillé, no sé por qué me perdí la salida y ganó la carrera. Así que desde entonces no veo ninguna salida”.
-Después de la carrera de Qatar, Marc Márquez dijo que el segundo lugar se lo había dado el motor de Honda. ¿En qué aspectos ha mejorado la nueva moto?
-Como bien dijo Marc, el nuevo motor nos ha podido ayudar a tener una velocidad punta mejor y una mejor aceleración, que eran los puntos donde hemos estado sufriendo más estos últimos años. Se ha visto que estamos más cerca de las Ducati y hemos superado a otras marcas, y eso es importante. Es muy interesante, porque cuando puedes ganar tiempo en una recta, no tienes que sacrificar tanto en otros puntos más arriesgados. Es tiempo gratis, ya que todo el mundo sabe abrir gas, pero no tienes el riesgo de ir a recuperar el tiempo en la frenada. Este es uno de los grandes aspectos que ha mejorado Honda. Hay que felicitar a los ingenieros por el esfuerzo que han hecho, porque no podemos olvidar que hay mucha gente que trabaja en la sombra y que a veces ni duermen para que nosotros podamos tener ese resultado.
-La diferencia entre los cinco primeros clasificados en Qatar fue de 0,6 segundos. ¿Crees que este año el Mundial estará más caro que nunca?
-Sí. Cada año el Mundial es más difícil. Tanto las marcas, como los pilotos e incluso el campeonato hacen que todo esté más apretado. Cada vez hay pilotos con más experiencia, jóvenes que han llegado y que van aprendiendo, también hay que tener en cuenta a los pilotos de siempre… Está claro que, aunque a veces se piense que es fácil, ganar el Mundial es algo muy difícil porque está muy reñido. Lo importante es ser constante y saber jugar tus cartas cuando tienes que jugarlas, sin precipitarte.
-El año pasado en muchas carreras se batió el récord de pilotos terminando con menos diferencia entre ellos. ¿Cómo explicas tanta igualdad?
-Lo marca el campeonato. Hay que tener en cuenta que los neumáticos son los mismos, la mayoría de equipos llevamos las mismas suspensiones, los frenos, la electrónica… Es decir, el campeonato ha logrado que, a través del reglamento, la diferencia entre las marcas no sea tan grande y eso también favorece que veamos cada vez a un grupo de pilotos más grande.
-Ahora se viene Argentina, donde Marc siempre ha ido rápido. ¿Cuál es la clave para ser veloz en un circuito como el de Termas de Río Hondo?
-Es un circuito que siempre se nos ha dado bien aunque, a veces, los resultados no nos hayan acompañado. Como en todos los circuitos, hay que seguir trabajando e intentar no cometer errores. Tanto Marc, con su pilotaje, como nosotros –el equipo–, tenemos que dar el máximo y después del warm-up ya valoraremos hasta dónde podemos llegar. Hay carreras que, aunque a priori sean favorables, no estás para ganar y hay que saber aceptarlo y no cometer errores. Como te he dicho antes, en este Mundial hay que ser constantes y sacar el máximo partido en todas las carreras.