Red Bull Autos Locos, la excéntrica carrera de la bebida energizante, volvió a la Argentina luego de casi 10 años y fue furor. Más de 30 mil personas presenciaron un espectáculo lleno de imaginación y diversión sobre ruedas por la bajada de Carlos Pellegrini, a la altura de Av del Libertador, en pleno centro porteño.
Los 30 equipos participantes debieron construir desde cero un vehículo de carrera sin motor, dispuesto a enfrentar una empinada pista llena de obstáculos, curvas y saltos.
Estos teams pasaron por una etapa de inscripción en la cual enviaron sus bocetos y un jurado seleccionó a los que mejor cumplían con la consigna. ¿Cuál era? No ser autos normales. Los elegidos fueron los más atrevidos, bizarros y divertidos.
El gran ganador de la tarde fue el equipo Reskatate, el cual estuvo integrado por bomberos voluntarios del cuartel de Luján. Su auto intentó representar, al menos en parte, la labor diaria que cada uno de los cinco integrantes tienen en el cuartel, en el cual se dedican, nada más y nada menos, a salvar miles de vidas al año.
Ellos no solo cruzaron la meta en menos de un minuto, sino que también resistieron los golpes y las embestidas de los obstáculos que había en la pista.
El podio fue completado por The Corner Team, un grupo de cordobeses que construyeron un auto en forma de picada y Capitanes, equipo que fabricó un vehículo con forma de avión.
Entre los participantes estuvo el piloto dakariano Tobías Carrizo, quien junto a unos amigos construyó un vehículo con forma de Crocs…