Como ocurre con cualquier otro bien, el paso del tiempo también impacta en el valor de los automóviles. En ese sentido, la falta de su uso debido a la cuarentena provocó que muchos conductores dieran de baja sus pólizas o se replantearan cuál era la más conveniente según el uso que le dan al vehículo.
Pero el uso no es el único factor que influye en la cotización de un seguro. Su valor y antigüedad también son datos considerados por las aseguradoras al momento de realizar una tasación. 123Seguro nos compartió las siguientes recomendaciones para que elijas el tipo de seguro más conveniente según la antigüedad de tu coche.
PROTEGE TU 0KM CON UN SEGURO CONTRA TODO RIESGO
Como se sabe, el precio del vehículo es sólo uno de los factores que influyen a la hora de cotizar una póliza para asegurar un auto.
La recomendación que hacen siempre las compañías aseguradoras es que cada conductor contrate el seguro que mejor se adecúe a las características de su auto. Particularmente en el segmento de vehículos nuevos, la variedad de pólizas es la más amplia del mercado.
En el caso de los 0km, lo más aconsejable es elegir siempre un seguro contra todo riesgo. A pesar de que es el tipo de póliza más alta, es importante considerar que las reparaciones que puedan surgir por un accidente serán muy difíciles de costear de forma particular, por lo que con este tipo de póliza se puede prevenir un golpe al bolsillo.
Además, en caso de sufrir una pérdida total del vehículo a causa de un siniestro, durante el primer año de uso la aseguradora puede indemnizar al dueño con la reposición total del auto. Lo mismo ocurre en casos de robo o incendio.
Otro beneficio para los conductores de un auto nuevo, es que el seguro contra todo riesgo incluye cobertura ante daños parciales o totales causados por accidentes o incendios. Además de protección frente a robos o intentos de robo con cobertura a consolas, vidrios laterales, cerraduras y cristales.
Este tipo de seguro brinda servicios que varían según cada compañía aseguradora: asistencia y acarreo del vehículo por cambio de llantas, daños en la batería o el motor del auto y cubren las reparaciones del coche en talleres oficiales de la marca, conservando la garantía de fábrica del vehículo.
Por último, abarca la entrega y colocación de alarma y rastreo satelital; automóvil de respaldo en caso de robo o destrucción total; asistencia al viajero en el caso de un accidente de tránsito y, en algunos casos, hasta cobertura en países limítrofes.
El motivo por el cual no se recomienda que un auto usado tenga un seguro contra todo riesgo, es porque después del primer año de uso, el valor del vehículo se deprecia y con este la indemnización que ofrecerá la compañía aseguradora ante un accidente. En general, se recomienda cambiar de póliza a los tres años.
EL SEGURO CONTRA TERCEROS, LA MEJOR OPCIÓN PARA UN AUTO USADO
El seguro de Responsabilidad Civil, más conocido como seguros contra terceros, es el tipo de póliza que cubre los daños producidos a terceras personas involucradas en un accidente. En otras palabras, cubre los daños ocasionados al otro y no al vehículo del propio conductor asegurado.
Este tipo de seguro, el más básico de todas las ofertas que hay en el mercado, suele ser una muy buena opción para los autos usados de más de cinco años ya que si el conductor asegurado protagoniza un gran accidente, lo más probable es que el paso del auto por un taller mecánico no valga la pena. El arreglo en este caso podría costar más que el propio vehículo.
SEGURO CONTRA TERCEROS AMPLIADO, UNA OPCIÓN MÁS COMPLETA Y ADECUADA
Quienes conducen autos usados y prefieren asegurar su capital con pólizas más completas que las soluciones brindadas por las coberturas de Responsabilidad Civil, una buena opción a tener en cuenta es el seguro contra terceros total o completo. En ese sentido, cuando el coche alcanza los 8 o 10 años se recomienda cambiar a este tipo de pólizas.
Este tipo de seguro es más amplio que las pólizas contra terceros simple. Además de ponderar la responsabilidad civil, incluyen otros daños dentro de su cobertura como, por ejemplo, daños totales del propio auto del conductor asegurado en ocasión de accidente, robo o incendio. En estos casos, las compañías de seguros indemnizan a sus clientes con una suma de dinero previamente establecida en el contrato y que muchas veces representa el valor de venta del coche.
Son este tipo de pólizas las que comúnmente incluyen coberturas por granizo y las que eligen mayormente aquellos conductores de autos de gama media debido a que son más completas que las coberturas básicas.