El Gran Premio de Arabia Saudita de Fórmula 1 fue una verdadera pesadilla para el neerlandés Max Verstappen (Red Bull), quien recibió una serie de penalizaciones por la manera en que intentó evitar que lo supere el inglés Lewis Hamilton (Mercedes).
La primera de las sanciones, de cinco segundos, la percibió después de salirse de la pista y evitar así que el británico lo supere. Cuando le ordenaron también devolver la posición, redujo la velocidad bruscamente delante de Hamilton, quien no pudo evitar pegarle.
Afortunadamente para el británico, su auto no se dañó por la embestida y pudo completar la competencia sin problemas. Así logró su tercer triunfo consecutivo, que le permite empatar con Verstappen el primer puesto del torneo.
Luego de la competencia, los comisarios deportivos llamaron a declarar a ambos pilotos. Las autoridades determinaron la responsabilidad de Verstappen, que recibió otros 10 segundos de recargo por causar la colisión.
Red Bull le dijo a Verstappen que le devolviera la ventaja a Hamilton “estratégicamente” antes de la última curva para asegurarse de tener DRS en la recta principal, dándole la oportunidad de recuperar el lugar.
Los comisarios dijeron que Verstappen “redujo significativamente la velocidad en la curva 26”, pero que era “obvio que ninguno de los conductores quería tomar la delantera antes de la línea de detección 3 del DRS”.
Para castigar al neerlandés, las autoridades tomaron en cuenta la desaceleración de 2.4g del auto de Verstappen. La consideraron “errática y, por lo tanto, la causa predominante de la colisión”. Pese a la sanción, la clasificación no sufrió cambios y Verstappen mantuvo el segundo lugar.
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