Con el arranque del nuevo año, uno de los propósitos indispensables debe ser tener el coche siempre a punto para evitar cualquier contratiempo. Más allá de respetar escrupulosamente todas las revisiones y mantenimientos que marca el fabricante, hay ciertos detalles que debemos controlar de forma periódica. Veamos…
LÍQUIDOS, AL NIVEL ADECUADO
De vital importancia, sobre todo si el coche “duerme” en la calle. Hay que revisar que estén correctos los niveles del aceite para no hacer que los cilindros trabajen más de la cuenta, del anticongelante para mantener en óptimas condiciones el motor, del líquido para los limpiaparabrisas para mejorar la visibilidad y del líquido de frenos para evitar excesos de presión en la frenada. Si éste último está por debajo de lo indicado, no te limites a rellenarlo y llévalo al taller porque puede deberse a una fuga o a unas pastillas desgastadas.
LUCES, A RAYA
Verifica siempre que todas las luces del coche funcionan correctamente, sobre todo, las de freno, las de posición, las de cruce, las largas y las anti nieblas. Si observas algún mal funcionamiento, acude a tu taller de confianza y cámbiala. Hay que ver y ser visto.
CINTURÓN DE SEGURIDAD, SIEMPRE EN BUEN ESTADO
Revisa de forma habitual los anclajes y comprueba no sólo que el cinturón encaja correctamente sino que funciona a la perfección. No olvides cambiarlo ante cualquier rotura o desgarre y también, por supuesto, si ha tenido que actuar en algún accidente.
LA PRESIÓN DE LOS NEUMÁTICOS, REVÍSALA PERIÓDICAMENTE
Lo recomendable es vigilar la presión cada 15 días. Para conocer la presión que debe llevar el coche con o sin carga, lo mejor es seguir siempre las indicaciones del fabricante. Además, vigila que no haya daños en la goma y que la profundidad del dibujo tiene como mínimo 1,6 mm, aunque se aconseja no bajar nunca de los 2 mm. Es indispensable para tu seguridad y, además, ahorra combustible.