Han pasado 25 años desde que Prodrive presentó el Subaru Impreza World Rally Car de dos puertas que inspiró al Subaru Impreza 22B. Solo se fabricaron 424 ejemplares de este modelo que, con el tiempo, ha alcanzado un estatus de culto como uno de los mejores autos turboalimentado con tracción en las cuatro ruedas de su era.
Utilizando la última tecnología y materiales, Prodrive ha vuelto a imaginar lo que este automóvil habría sido hoy. Así nació el Prodrive P25 del que solo producirá 25 unidades, cada uno sobre un chasis original del Impreza WRX de dos puertas.
Este es el mismo chasis que se usó en el primer Impreza WRC, pero ahora con un peso reducido de 1.200 kilos. Además, monta un motor más potente: un bóxer de cuatro cilindros y 2.5 litros que produce más de 400 CV y 600 Nm. El mismo está acoplado a una caja de cambios semiautomática de seis velocidades.
El automóvil tiene un sistema de control de lanzamiento estilo WRC, que combina el acelerador y el embrague fly-by-wire en la caja de pedales montada en el piso para lograr la aceleración óptima desde parado. De hecho, el Prodrive P25 acelera de 0 a 100 km/h en menos de 3,5 segundos.
La potencia se entrega a las cuatro ruedas a través de un tren motriz que cuenta con un diferencial central activo ajustable y diferenciales de deslizamiento limitado delante y detrás.
Se ha conservado la suspensión de puntales McPherson, pero con montantes de aluminio mecanizado que se pueden ajustar en inclinación y geometría. Los amortiguadores Bilstein son ajustables en compresión y extensión, mientras que los resortes y las barras estabilizadoras optimizan el manejo en asfalto.
La potencia de frenado la proporcionan los frenos AP Racing con discos ventilados de 380 mm y pinzas de seis pistones en la parte delantera y discos ventilados de 350 mm y pinzas de cuatro pistones en la parte trasera con campanas flotantes y múltiples opciones de pastillas. Las llantas Prodrive 8,5 x 19 están equipadas con neumáticos Bridgestone Potenza 235/35/19 que se adaptan a los amortiguadores.
El tablero incluye una pantalla de alta definición que incluye un registrador de datos. Para aquellos que deseen llevar el automóvil a la pista, el conductor puede seleccionar entre varios mapas de respuesta del acelerador y rendimiento del motor, incluido el ajuste anti-retraso.
También hay un freno de mano hidráulico tipo WRC, que desconecta automáticamente el diferencial central para quitar la tracción a las ruedas traseras. Esto se suma al freno de estacionamiento eléctrico estándar.
Si bien el enfoque de Prodrive se ha centrado en la experiencia de conducción, el interior también se ha mejorado, recreando un auténtico interior Impreza de finales de la década de 1990 utilizando una combinación de cuero, alcántara y molduras de carbono. El P25 puede transportar cuatro pasajeros, pero también existe la opción de quitar los asientos traseros y tener una jaula de seguridad parcial instalada.
Todos los P25 se fabricarán en la sede de Prodrive en Banbury, Reino Unido, y los primeros se entregarán a finales de este año. El precio es de 565.000 dólares + IVA.
