Aunque el mexicano Sergio Pérez firmó un contrato con el equipo Red Bull de Fórmula 1 hasta 2024, esto no le asegura la permanencia en la estructura austríaca. Así lo aclaró Christian Horner, responsable del team.
“Obviamente, al tomar esa opción sobre Sergio durante los próximos dos años se bloquea el asiento, a menos que por alguna razón el no de resultados, en 2023 o principios de 2024”, afirmó Horner a Cambridge Union.
Estas palabras no son extrañas y están en sintonía con la política de la propia escudería que, en reiteradas oportunidades, les ha bajado el pulgar a pilotos que no conformaron por su rendimiento.
De hecho, el neerlandés Max Verstappen, actual campeón y líder del presente campeonato, llegó en 2016 a Red Bull procedente de Toro Rosso para sustituir al ruso Daniil Kvyat, de floja actuación.
La reflexión de Horner sobre el convenio de Checo Pérez tiene directa relación con el francés Pierre Gasly, actualmente en AlphaTauri; y el tailandés Alex Albon, en Williams, que son pilotos de Red Bull y aguardan por una oportunidad para volver a conducir uno de sus autos como ya lo hicieron en el pasado.
“Lo que hacemos es tratar de ayudarlos a que se mantengan en la Fórmula 1 para que aún tengamos la capacidad de observar su talento y ver cómo están evolucionando”, dijo el team-manager.
Y luego volvió a hablar sobre el mexicano, que va segundo en el torneo. “Checo no se está haciendo más joven, ahora tiene 32 años y este podría ser el último contrato que firme”, aseguró.