Por primera vez en el Siglo XXI, la Grand Prix Drivers Association, la asociación de los pilotos de Fórmula 1, tuvo en sus manos la realización de una carrera de la Máxima. Ocurrió en la segunda edición del Gran Premio de Arabia Saudita, prueba que se disputó este fin de semana y que estuvo en jaque por un atentado terrorista a una destilería petrolera ubicada a unos pocos kilómetros del circuito de Jeddah. El incidente ocurrió el viernes mientras la F.1 realizaba su primera práctica libre.
Lo sucedido obligó a una serie de reuniones una vez finalizada la actividad. Los organizadores del Mundial, la Federación Internacional del Automóvil y los equipos rápidamente dieron el OK para seguir después de un encuentro con las autoridades saudíes, quienes les aseguraron que el paddock no corría ningún peligro.
Los pilotos, en cambio, tardaron en definirse. Tuvieron una reunión que se extendió por cuatro horas y la definición llegó pasadas las 2.30 del sábado. También le levantaron el pulgar a la competencia y la misma se llevó a cabo con total normalidad.
Como era de esperarse, tras el GP saudí comenzaron a conocerse detalles que exponen el motivo por el que la GPDA dio la aprobación cuando en un principio todo hacía indicar que le iba a dar la espalda por cuestiones de seguridad.
Los diarios Blick, de Suiza; y La Gazzetta dello Sport, de Italia; revelaron pormenores que dejan expuesto que los corredores habrían sido obligados a competir contra su propia voluntad.
Roger Benoit, de Blick, se hizo eco de un rumor que circuló por los boxes y que excedía a una lógica indemnización. “¿Hubo incluso amenazas de que se les prohibiría salir del país y que los autos serían confiscados?”, se preguntó.
“Los jefes de equipo no querían comentar ni confirmar esta historia, pero ya no hay duda de que la Fórmula 1 se ha convertido en una empresa hambrienta de dinero”, afirmó el periodista.
La Gazzetta dello Sport, por su parte, aseguró que los pilotos querían marcharse por unanimidad y que los que más alentaban esta propuesta eran el español Fernando Alonso, los ingleses Lewis Hamilton y George Russell, el francés Pierre Gasly y el canadiense Lance Stroll.
Aunque los pilotos prefirieron no explayarse sobre lo sucedido, aquellos que fueron consultados coincidieron que todos los que forman parte de la Fórmula deberían reunirse para analizar lo que pasó y actuar en consecuencia. ¿Habrá sido la última visita de la Máxima a Arabia Saudita?