El mundo de la Fórmula 1 y los admiradores de Niki Lauda dieron este miércoles el último adiós al triple campeón del mundo austriaco, fallecido el 20 de mayo a los 70 años, con un homenaje público en la catedral de San Esteban de Viena.
El inglés Lewis Hamilton, todos los miembros de la escudería Mercedes, de la que Lauda era vicepresidente no ejecutivo; y el ex patrón de la F.1 Bernie Ecclestone, figuraron entre las numerosas personalidades que asistieron a las exequias.
En un hecho sin precedentes para un deportista en Austria, el público pudo visitar el ataúd dentro de la catedral, antes de la misa, a la que asistirán unos 300 invitados para la ocasión.
Lauda fue enterrado con su buzo de piloto y su casco se colocó sobre el ataúd, informó el obispo, que negó las informaciones que aseguraban que el féretro estaría abierto.
Durante la ceremonia sonaron algunas de las canciones favoritas de Lauda, como “Fast Car” de Tracy Chapman, “Imagine” de John Lennon y “Hero” de Family of the Year, indicó el cura de la catedral, Toni Faber.
Entre las personas que le dedicaron palabras a la figura de Lauda figuran el presidente de la República, Alexander Van der Bellen, los ex pilotos Alain Prost y Gerhard Berger, y el actor Arnold Schwarzenegger.
La leyenda de la Fórmula 1 e ídolo en el país centroeuropeo fue enterrado en una ceremonia íntima en un lugar que se mantendrá en secreto, anunció la familia.
Lauda falleció el 20 de mayo en el Hospital Universitario de Zúrich (Suiza), nueve meses después de haber recibido un trasplante de pulmón, del que se había recuperado con dificultades.
El austriaco ocupaba desde 2012 el puesto de presidente no ejecutivo de Mercedes y fue clave para que Hamilton abandonara McLaren y fichara por la marca alemana, con la que ha ganado cuatro de sus cinco títulos mundiales.