Después de 17 años, Ford decidió devolver al mercado una de las versiones más icónicas del Mustang: el Mach 1, el enigmático coupé fastback que debutó en la época de oro de los muscle cars.
El nuevo Mustang Mach 1 emula a la versión original al destacarse no solo por su apariencia, sino también por su manejo y potencia. Sobre esto último, debería estar al mismo nivel que los GT de las versiones Shelby, al brindar aproximadamente 480 CV.
UN POCO DE HISTORIA
A finales de la década de los sesenta, Ford decidió lanzar al mercado una versión del Mustang que pudiera destacarse tanto por su desempeño como por su imagen, y que también fuera más accesible que las variantes Boss y Shelby.
Bajo esta estrategia, en 1969 y durante el segundo facelift de la primera generación del Mustang, debutó el Mach 1, que en primera instancia se diferenciaba por el estilo de la carrocería, principalmente en materia aerodinámica.
Muchos elementos estéticos estaban inspirados en las carreras, como una toma de aire en el capot y seguros de cable y pin allí mismo. Incluso se le podía cambiar la toma por un filtro tipo Shaker. Con respecto al interior, era más lujoso de lo que ofrecían modelos convencionales.
Luego, el Mach 1 estuvo presente en el último facelift de la primera generación, donde se lo dotó de mayor tamaño y potencia, una suspensión de competición y mayores opciones de motor.
Volvió en 1974, con la llegada del Mustang II, pero la crisis del petróleo hizo achicar los costos y por ende no volvió a ser lo que era. Su producción se discontinuó en 1978.
Pasó mucho tiempo para que el nombre Mach 1 volviese a los concesionarios: sucedió entre 2003 y 2004, como una edición limitada que incluía gráficas distintivas, una suspensión deportiva, frenos de disco Brembo de gran tamaño y un kit aerodinámico.