Durante el Salón del Automóvil de Detroit 2018, Ford presentó el Mustang Bullitt. Se trata de una edición limitada que celebra el 50 aniversario de “Bullitt“, la película clásica protagonizada por Steve McQueen.
El nuevo Ford Mustang Bullitt cuenta con un motor V8 5.0 litros mejorados con al menos 475 CV y un par de 569 Nm, haciendo que alcance una velocidad punta de 262 km/h.
El Mustang GT fastback original de 1968 que conducía McQueen en la galardonada película también ha estado en el escenario Ford en NAIAS, acabando con 40 años de misterio acerca del paradero del coche.
El Nuevo Mustang Bullitt está equipado con una transmisión manual y el cambio de marchas cuenta con una palanca de cambios en forma de bola blanca como guiño al modelo original. Incluye, además, un sistema de escape de válvula activa de serie, y ha sido preparado para dotar al modelo de un burbujeo característico.
Otro equipamiento de serie incluye un panel de instrumentos completamente digital de 12 pulgadas, idéntico en función al equipado en el nuevo Mustang que sale a la venta en toda Europa a finales de este año, pero con una pantalla de bienvenida exclusiva para el Bullitt que arranca en verde con una imagen del coche en vez del icónico pony.
Las opciones de color exterior se limitan a Negro Sombra y el clásico Verde Oscuro Highland, igual que en la película. Otros detalles que rinden tributo al coche conducido por McQueen son sutiles detalles cromados alrededor de la parrilla y las ventanas frontales y llantas clásicas de aluminio de 19 pulgadas.
El coche reduce al máximo la presencia de emblemas tanto en el interior como en el exterior. Tan solo la falsa tapa del depósito con el logo Bullitt en la parte central trasera se puede ver desde el exterior.
Para el rodaje de “Bullitt”, estrenada en cine el 17 de octubre de 1968, se utilizaron dos Mustang GT fastback idénticos. Tras finalizar el rodaje ambos coches tomaron caminos separados: el vehículo conducido por McQueen fue vendido por Warner Bros a un comprador privado. El otro, utilizado en gran parte de los saltos, incluida la famosa escena de la persecución, fue enviado a un desguace. Esa unidad apareció en Baja California, a principios de 2017, pero la otra se había perdido. Hasta hoy.
Sean Kiernan, propietario del coche, lo heredó en 2014 de su difunto padre, Robert, que lo había comprado en 1974. Para cumplir con el sueño de su familia, Sean se puso en contacto con Ford y ambas partes trabajaron conjuntamente para presentar a esta auténtica estrella de cine junto con el nuevo Mustang Bullitt.