El heavy metal argentino está de luto con la partida de uno de sus iconos más grandes, Ricardo Iorio. A los 61 años, el fundador de bandas icónicas como V8, Hermética y Almafuerte, nos dejó debido a un infarto. Su legado en la música es incuestionable, especialmente a través de V8, una banda que llevó el poder y la intensidad del metal a nuevas alturas.
La historia de V8, cuyo nombre evoca velocidad, potencia y peso al igual que el motor V8, es un capítulo épico en la narrativa del heavy metal. Fundada en 1979 por Iorio y Ricardo Moreno, la banda se destacó por su enfoque innovador y su sonido poderoso.
Su álbum debut, Luchando por el metal, publicado en 1983, puede haber tenido un éxito limitado en su época, pero con el tiempo se convirtió en una de las influencias más destacadas del género. Hoy en día, es considerado uno de los mejores álbumes del rock argentino y un ícono del metal en español.
La génesis de V8 ocurrió cuando Iorio y Moreno decidieron separarse del grupo Comunión Humana para formar una banda más pesada. Después de meses de ensayos y la adición del baterista Gerardo Osembergh, la banda necesitaba un nombre.
Después de considerar varias opciones, fue un encuentro casual con un amigo mientras caminaban lo que llevó al nacimiento de “V8”. Este nombre, asociado con la velocidad y el poder de los motores V8, capturó la esencia de la banda y se convirtió en su sello distintivo.
La formación clásica de V8, con el cantante Alberto Zamarbide, el guitarrista Osvaldo Civile, Iorio en el bajo y Gustavo Rowek en la batería, solidificó la reputación de la banda como pionera del heavy metal argentino.
A pesar de desafíos y cambios en la alineación, V8 continuó su camino, llevando su música a Brasil en un intento por expandir su alcance internacional. Aunque este intento no fue exitoso y resultó en más cambios de miembros, la influencia duradera de V8 en el heavy metal argentino ya estaba sellada.
Desafortunadamente, en 1987, las diferencias internas llevaron a la separación de la banda y a la creación de otras por parte de sus diferentes miembros como Hermética, Logos, Rata Blanca y Horcas. Cada una de estas bandas se convirtió en una fuerza en sí misma, demostrando el impacto duradero de la era V8 en el panorama musical argentino.
Con la partida de Ricardo Iorio el rock argento pierde a uno de sus pioneros más queridos. Su legado vivirá en las notas poderosas de V8, la banda que encarnó la pasión y la fuerza del metal argentino, y que seguirá siendo la fuente de inspiración para las generaciones futuras.