
Motori: el movimiento inesperado que reconfigura el universo Zanella
La nueva submarca premium marca un giro estratégico histórico dentro del grupo. Su primer modelo es la RTZ 500, una adventure que rompe con lo conocido.
En la industria de las motos hay anuncios importantes, anuncios ruidosos… y anuncios que cambian el mapa. Lo que hizo Grupo Zanella entra en esa última categoría. No todos los días nace una marca nueva -y menos una marca nacional orientada al segmento Premium-, así que el debut de Motori dejó una sensación clara: Zanella ya no quiere ser solo parte de la historia; quiere empezar a escribir una distinta.
El grupo presentó oficialmente su nueva submarca como la línea de alta gama del portfolio, acompañada por una identidad visual fresca, una impronta tecnológica más ambiciosa y un reposicionamiento estratégico que apunta a jugar más arriba. Y, para una compañía con más de siete décadas en el mercado, un salto así no pasa desapercibido.

El claim elegido para esta etapa, “Da Sempre, Per Sempre”, resume la intención de honrar un legado italiano que vuelve a tomar protagonismo en esta nueva fase. Una marca que mira hacia adelante sin soltar las raíces, aunque ahora con un tono más aspiracional y competitivo.
“Zanella está evolucionando hacia un rol más competitivo, moderno y exigente. Motori es el primer gran paso hacia ese futuro, acompañando a usuarios que buscan performance, diseño y experiencias superiores”, resumió Facundo Lippo, Director Comercial del grupo. Y lo que se vio sobre el escenario respaldó cada palabra.
UNA MARCA NUEVA QUE MARCA TERRITORIO
Motori aterriza como una submarca que no pretende ser complemento: pretende ser referencia. Su diseño, su posicionamiento y su foco productivo apuntan explícitamente a un usuario que quiere más de lo que históricamente ofrecía el mercado argentino de fabricación local. Más potencia, más calidad, más tecnología.

Ese cambio de escala se hizo evidente desde el primer minuto. Donde Zanella y Ceccato diversifican su oferta con modelos de media y alta cilindrada, Motori directamente planta bandera en el segmento Premium, con un lenguaje visual distinto y ambiciones más cercanas a las tendencias europeas que al estándar regional.
UNA ADVENTURE QUE ROMPE CON LO CONOCIDO
El centro del anuncio fue la Motori RTZ 500, el modelo encargado de abrir esta nueva era. No es exagerado decir que rompe el molde. Es la primera vez que una marca nacional se mete en serio en el segmento Adventure de 500 cc, un espacio históricamente reservado para nombres internacionales.
La moto viene equipada con un motor bicilíndrico de 486 cc refrigerado por líquido, capaz de entregar 47 HP y 43 Nm. Es un conjunto pensado para responder en ciudad, en ruta y en terrenos más demandantes, sin perder estabilidad ni suavidad.
La parte ciclo acompaña esa ambición con suspensión KYB, incluyendo una delantera invertida regulable. El sistema de frenos, firmado por J.Juan, se combina con ABS Bosch de doble canal con opción de desconexión trasera, clave para quienes buscan verdadera experiencia off-road.

Los neumáticos Pirelli tubeless en medidas 19” y 17” completan un equilibrio que no suele encontrarse en motos nacionales de esta categoría. Acá no hay decorado Adventure: hay intención real de competir.
TECNOLOGÍA AL NIVEL DEL NUEVO POSICIONAMIENTO
La RTZ 500 incorpora una pantalla TFT vertical de 7″ estilo rally, con conectividad MirrorLink por Bluetooth, iluminación full LED, cubrepuños, asiento de alto confort y portaequipaje trasero. Toda la ergonomía y el equipamiento hablan de un producto diseñado para viajar, explorar y sostener ritmos exigentes.
Es un salto cualitativo para el mercado argentino. Quizás el más grande que haya dado una marca nacional en mucho tiempo.
UNA PRESENTACIÓN QUE NO DEJA DUDAS

Motori no es un ejercicio de branding ni un experimento aislado. Es el inicio de un plan mayor: reposicionar al Grupo Zanella en un lugar más competitivo, con productos capaces de sostener expectativas más altas.
La irrupción de la RTZ 500 lo confirma: es la clase de moto que obliga a mirar dos veces y a reconocer que algo, efectivamente, está cambiando. Y cuando una marca histórica decide reinventarse con seriedad, el impacto no queda solo en el escenario: se expande a toda la industria.
Hay momentos en los que se siente que la industria local intenta reinventarse. Este es uno de ellos.