Las dos últimos rally Dakar realizados en Arabia Saudita tuvieron un auto que fue el gran protagonista: el MINI John Cooper Works Buggy del equipo X-Raid. Esta máquina les permitió al español Carlos Sainz, en 2020; y al francés Stéphane Peterhansel, en 2021, lograr el legendario trofeo del tuareg.
Este prototipo de dos ruedas motrices hizo su debut en 2018 y desde entonces fue evolucionando año tras año.
A pesar de la crisis del COVID-19 y de las limitadas oportunidades para realizar pruebas como resultado de la pandemia, los ingenieros del equipo alemán consiguieron hacerle al buggy cambios importantes.
Entre otras cosas se redujo el peso, se optimizó la geometría de suspensión y se mejoró la fiabilidad de aquellos componentes que mostraron más síntomas de fatiga en la primera aventura en territorio saudí.
UN MOTOR DE 350 CV
Este buggy monta un motor de demostrada performance basado en el bloque 50d que el Grupo BMW utiliza en sus vehículos de calle. El impulsor turbo de seis cilindros en línea desarrolla 350 CV de potencia a 3.500 rpm y un par motor de 770 Nm.
El propulsor está acoplado a una caja de cambios secuencial de seis velocidades con diferencial integrado que fue diseñada por X-trac específicamente para este vehículo. Fue concebida para que sus revisiones y operaciones de montaje y desmontaje sean lo más sencillas posible.
El aspecto del MINI JCW Buggy delata que fue creado para afrontar jornadas maratonianas de más de 500 kilómetros plagadas de dunas, zonas rocosas o caminos rápidos.
Por ello está equipado con suspensiones específicas de gran recorrido y neumáticos que incluyen un sistema de inflado y desinflado desde el interior del habitáculo que le permiten superar las dunas de la mejor forma posible.
Desde su debut el buggy del X-Raid disputó 48 tramos cronometrados y ganó 15, cuatro de ellos en la edición 2021.