La salud de Michael Schumacher, el piloto más laureado en la historia de la Fórmula 1 con siete títulos mundiales, continúa siendo una incógnita cuatro años después del accidente de esquí que le provocó graves daños cerebrales.
El hombre que se jugaba la vida en cada carrera a más de 300 km/h encontró la desdicha en una montaña, cuando sufrió un accidente de esquí que le provocó graves daños cerebrales, y su estado de salud es una incógnita.
Su familia, que se ha mantenido a su lado en todo momento, jamás ha revelado cómo se encuentra el deportista. El hermetismo entre los suyos es absoluto, mientras que en la prensa abundan las especulaciones.
“Echamos de menos a Michael”, declaró hace unos días Jean Todt, presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) y uno de los mejores amigos del ex piloto, durante el acto de inauguración del Salón de la fama de la FIA en París.
El siete veces campeón del mundo y quien con 91 victorias sigue siendo a día de hoy el piloto más laureado de la historia no pudo acudir a tan importante cita. “Todos conocemos a Michael y estoy totalmente seguro de que le encantaría estar aquí”, añadió por su parte la mánager de Schumacher, Sabine Kehm.
El 29 de diciembre de 2013, Schumi estaba esquiando en la estación invernal francesa de Méribel. Durante un descenso tropezó y su cabeza se estrelló contra una roca. El casco, que se partió, impidió que muriera de inmediato, pero a partir de ese momento comenzó una larga lucha por sobrevivir.
El siete veces campeón de la Fórmula 1 fue trasladado en helicóptero a la Clínica Universitaria de Grenoble, fue operado dos veces de urgencia y los médicos decidieron inducirle un coma. Desde ese momento sus allegados se han mantenido fieles a un pacto de silencio. “Es el derecho de su familia proceder de la manera que es mejor para ellos”, declaró Kehm en una entrevista concedida este año.
En septiembre de 2014, nueve meses después del accidente, el ex piloto fue trasladado primero al hospital de Lausana, en Suiza, y después a su casa en la localidad suiza de Gland, a orillas del Lago de Ginebra. Allí comenzó un largo proceso de rehabilitación amparado por la privacidad y la compañía de su familia. “Ahora arranca una fase que probablemente requerirá mucho tiempo”, escribió su esposa en una carta de agradecimiento a los aficionados en ese entonces.
Schumacher se ha convertido en el piloto más recordado y se suceden exposiciones, premios y actos conmemorativos en memoria del alemán. “Lo que ha hecho tan especial y tan exitoso a Michael fueron su amor y su pasión por este deporte”, declaró su mánager durante la inauguración del Salón de la fama parisino.
El último comunicado detallado sobre el estado de salud de Schumacher data de septiembre de 2014, momento en el que se despedía del hospital para comenzar su recuperación en casa. “Schumacher logró avances en las últimas semanas y meses pero aún le queda un largo y duro camino por delante“, rezaba el documento. Desde entonces, el silencio reina.