Después de la visita al callejero de Montecarlo, escenario del Gran Premio de Mónaco, la Fórmula 1 vuelve el fin de semana a un circuito urbano, el de Bakú, donde se disputará el Gran Premio de Azerbaiyán.
Allí el equipo Mercedes intentará tomarse revancha del mal paso por la cita monegasca, aunque saben que eso será difícil debido a que el tipo de pista no favorece a sus autos. Al menos así lo anticipó Toto Wolff, responsable de la escudería.
“Aunque es un circuito urbano diferente a Mónaco esperamos que sea otra pista complicada para nosotros, ya que no se adapta particularmente a las características del W12”, apuntó el austríaco.
En ese contexto, no descartó que Red Bull, actual líder de la Copa de Constructores, sea el dominador. “Será fuerte de nuevo… Algo en lo que nos debemos centrar es en aprovechar las oportunidades que surjan para nosotros en esos circuitos que no se adapten a nuestro coches, cuando haya puntos ahí fuera, necesitamos tomarlos”, remarcó.
“Fines de semana como el de Mónaco son los que te hacen volver por más. Nada llega con facilidad en este deporte y por eso nos encanta. Sabemos que si no estás al 100% o cerca, te llevarás un dolor de cabeza”, reconoció.
La experiencia en el último GP de Mónaco no fue satisfactoria para Mercedes y sus pilotos. El inglés Lewis Hamilton terminó séptimo, pero perdió el primer puesto del torneo a manos del neerlandés Max Verstappen (Red Bull), que se quedó con la victoria.
Mientras que el finlandés Valtteri Bottas desertó cuando marchaba segundo por un insólito problema: en su pit stop los mecánicos no pudieron sacar la rueda delantera izquierda de su auto.