Sin dudas, McLaren es uno de los equipos más exitosos de la Fórmula 1. Solo alcanza con revisar sus estadísticas para ubicarlo entre las grandes potencias de la categoría. En 53 temporadas logró ocho títulos de Pilotos y 12 Copa de Constructores. Además, cosechó 182 victorias, 155 pole position y récords de vuelta, 485 podios y 47 dobletes. Sin embargo, la escudería fundada por Bruce McLaren en 1966 vive un pobre presente.
Los festejos ya son cosa del pasado. La última vez que fue la mejor escudería de la F.1 fue en 1998, su último piloto campeón fue el inglés Lewis Hamilton en 2008; mientras que la última vez que ganó con uno de sus autos fue en el Gran Premio de Brasil de 2012 con el británico Jenson Button…
Aunque McLaren siempre se caracterizó por no tener demasiados problemas presupuestarios, internas entre sus dueños, malas decisiones y fallas en la gestión terminaron en la situación actual en la que el español Fernando Alonso y el belga Stoffel Vandoorne, sus actuales pilotos, hacen grandes esfuerzos para entrar en la zona de puntos.
Las internas terminaron con el alejamiento de Ron Dennis, responsable de los éxitos logrados en los’80 y los ’90. Su puesto fue ocupado por Zak Brown, quien hasta ahora tampoco encontró la fórmula para devolver la alegría a Woking. En el medio estuvo Martin Whitmarsh, otro que no encontró la fórmula para volver a la buena senda.
La decisión de dejar los motores Mercedes en 2014 fue el puntapié de una crisis que se profundizó con los años. Se ilusionó con el acuerdo con Honda, su viejo socio de aquellos años de gloria; pero no hubo caso. Los motores nipones jamás fueron competitivos y está la duda si fue por problemas en su construcción o, como dicen en Japón, por la falta de colaboración que encontraron en el propio equipo.
Tras tres temporadas de frustraciones y pese a la existencia de un contrato a largo plazo, la relación entre McLaren y Honda se terminó a fin de 2017. La llegada de Renault como nuevo motorista llenó de expectativas al team inglés luego de una pretemporada en la que pudieron acumular muchos kilómetros.
El quinto lugar de Alonso en el GP de Australia, la primera fecha del presente certamen, fue recibido como una bocanada de aire fresco. Pero en las siguientes carreras el auto se mostró poco competitivo y jamás se pudo mejorar la actuación de Melbourne.
Aunque McLaren es sinónimo de Fórmula 1, Brawn reconoció que están analizando participar seriamente en otras categorías, como el IndyCar de Estados Unidos y el Mundial de Resistencia. Por eso vale la pregunta, ¿será el fin de McLaren en la categoría?