El líder del campeonato de Fórmula 1, el neerlandés Max Verstappen, tiene asuntos pendientes que atender en el Gran Premio de Azerbaiyán de este fin de semana, mientras busca reafirmarse como el piloto principal de Red Bull.
Verstappen se dirigía hacia la victoria en el callejero de Bakú el año pasado cuando un neumático explotó y lo dejó con las manos vacías. Su compañero de equipo, el mexicano Sergio Pérez, se quedó con el triunfo. El azteca, justamente, llega a este compromiso con la euforia del éxito en el Gran Premio de Mónaco que le permitió convertirse en un potencial contendiente al título.
“Tengo muchas ganas de volver a Bakú, tenemos algunos asuntos pendientes allí después del año pasado”, dijo el joven de 24 años que tiene una ventaja de nueve puntos sobre su rival monegasco Charles Leclerc (Ferrari), con Pérez seis más atrás. “El año pasado fue desafortunado, así de simple”, dijo.
“Fue muy doloroso, pero eso sucede. Eso es competir… son autos diferentes, neumáticos diferentes (esta vez) y vamos de nuevo”, añadió el joven monarca.
El callejero de Bakú, de seis kilómetros de largo, es una pista que combina sectores veloces con otros de baja velocidad. Es famoso también por carreras impredecibles y ha producido cinco ganadores diferentes en cinco años en el calendario.
En 2016, cuando se estrenó dentro del Mundial como escenario del GP de Europa, se impuso el alemán Nico Rosberg (Mercedes). Desde 2017, ya como sede del GP de Azerbaiyán, ganaron el australiano Daniel Ricciardo (Red Bull), el inglés Lewis Hamilton (Mercedes), el finlandés Valtteri Bottas (Mercedes) y Pérez.