Casi a modo de anticipo, el neerlandés Max Verstappen se dio el gusto de lucir el “1” de campeón de la Fórmula 1 en una exhibición que se realizó en circuito de hielo GP Ice Race en el aeropuerto de Zell am See. La demostración se realizó con uno RB8 de 2012, uno los viejos monoplazas que tiene la escudería austríaca para este tipo de eventos.
“Fue la primera vez que manejo sobre hielo con el auto de Fórmula 1, algo que esperaba con ansiedad. Fue muy interesante y algo resbaloso, había que tener cuidado. Todo estaba muy frío, incluyendo los frenos, y obviamente el auto no está diseñado para esta superficie, lo que lo hizo aún más difícil. Pero fue muy divertido”, dijo Verstappen sobre la experiencia en el circuito ubicado entre el glaciar Kitzsteinhorn y el monte Grossglockner.
“No soy tan bueno en el patinaje sobre hielo como muchos de mis compatriotas, pero lo di todo”, bromeó el astro de la F.1, que tuvo la compañía de Franky Zorn, campeón europeo de Ice Racing.
Desde 2015, Verstappen ha llevado en sus autos el número “33” por lo que fue especial verlo por primera vez con el “1”, que no se usa en la categoría desde 2012. “¿Cuántas veces tenés la oportunidad de cambiar el número? El 1 es la mejor opción, así que para mi fue muy simple elegirlo. Esperemos que el 33 no vuelva el año que viene”, dijo con una sonrisa.
Tras esta “entrada en calor” sobre hielo, Verstappen encarará la temporada de 23 fechas, en su primer año como campeón reinante de F.1. La acción empezará en los tests de Barcelona, España, del 23 al 25 de febrero, en donde Verstappen se subirá al RB18 que será presentado oficialmente el próximo miércoles 9.
“Se ve un poquito diferente, pero al final del día sigue siendo un auto de F1. En las pruebas podemos hacer muchas vueltas para recopilar mucha información sobre el auto, lo que es muy importante”, dijo.
