El neerlandés Max Verstappen, triple campeón mundial de Fórmula 1, expresó su preocupación luego de que las pruebas de pretemporada en Bahrein fueran interrumpidas en dos oportunidades en diferentes días por una tapa de desagüe desprendida. Estos incidentes reviven el recuerdo de un evento que causó daños considerables al Ferrari del español Carlos Sainz en el Gran Premio de Las Vegas del año pasado.
Verstappen, en busca de su cuarto campeonato consecutivo, teme que los actuales vehículos de alto downforce estén aumentando la probabilidad de tales incidentes debido a la succión generada por su aerodinámica. Esta preocupación se suma al hecho de que los autos están explorando líneas de carrera poco convencionales, lo que aumenta el riesgo de daños.
“Tal vez este tipo de cosas puedan revisarse un poco más. Sabemos que esto es un problema potencial con estos autos y cuando vas a ciertas pistas sabes dónde están las tapas de drenaje”, dijo el piloto de Red Bull.
“Así que supongo que antes de empezar a conducir el fin de semana, es imprescindible comprobar que todo está sólido en las próximas pistas, para que no tengamos otra situación en la que los coches se destruyan”, agregó.
En Las Vegas, el vehículo de Sainz sufrió roturas de la celda de supervivencia, el motor, el sistema de energía y la electrónica. El costo de un incidente de este tipo puede ser un duro golpe para los equipos que operan con un límite presupuestario y restricciones financieras estrictas.
CHARLES LECLERC DAÑÓ SU AUTO EN BAHREIN
“Es un problema grave porque puede tener grandes consecuencias y tenemos que analizarlo en el futuro, para que no vuelva a suceder”, dijo el monegasco Charles Leclerc, que sufrió con una tapa de desagüe el jueves.
“Tuvimos mucha suerte de que no sucedió en un lugar y una situación similar a Las Vegas. En Las Vegas fue bastante grave para Carlos, pero estoy seguro de que todos están trabajando en ello y trabajando para encontrar la mejor solución para eso”, agregó el piloto de Ferrari.
El inglés Lewis Hamilton, de Mercedes, también mostró su preocupación por esta situación y esperaba que la FIA estuviera tomando medidas. “Probablemente tendremos que soldar estas cosas mucho antes de que lleguemos allí. Afortunadamente no fue como el malo que golpeó Carlos, pero definitivamente tenemos que estar al tanto”, dijo el siete veces campeón.
La cercanía de la primera carrera de la temporada en el circuito de Sakhir resalta la urgencia de resolver este problema antes del inicio oficial de la competición el 2 de marzo.