“Tocamos fondo”. Esas dos palabras le sirvieron al italiano Mattia Binotto para definir el presente del equipo Ferrari, que lo tiene como máximo responsable. Las declaraciones llegaron unas horas antes del Gran Premio de la Toscana, donde la Scuderia disputará su carrera 1.000 en la Fórmula 1.
“El año pasado teníamos una ventaja de motor que hoy no tenemos más. Desarrollamos un auto teniendo en cuento una ventaja que luego desapareció”, afirmó Binotto ante la cadena RAI.
La ventaja a la que hace referencia Binotto no desapareció misteriosamente. Es que para este año la Federación Internacional del Automóvil decidió implementar un segundo medidor de flujo de combustible para controlar mejor su uso.
Esto complicó el desempeño de la unidad de potencia italiana, que en 2018 y 2019 fue una de las más potentes justamente por contar con un sistema que lo beneficiaba y que no estaba acorde a las regulaciones. De hecho, la FIA lo investigó, pero no hizo público el resultado tras llegar a un acuerdo “confidencial” con el team de Maranello…
La última decepción de Ferrari fue en el Gran Premio de Italia, que se disputó en Monza con el abandono de sus dos pilotos, Sebastian Vettel y Charles Leclerc. El alemán abandonó por un problema de frenos, mientras que el monegasco se retiró tras protagonizar un accidente del cual resultó ileso.
“Vettel tuvo razón cuando después de Monza al decir que peor no se puede estar. Estamos trabajando para revertir la situación. Tocamos fondo y de aquí en más sólo se puede mejorar”, subrayó Binotto.
Consultado sobre una autocrítica por una temporada en la que Ferrari marcha sexto en el la Copa de Constructores, el team-manager respondió: “No me dí cuenta a tiempo de las dificultades de este auto”. Y agregó: “Somos conscientes de que precisamos un poco de tiempo para lograr una victoria y un título en un Mundial”.