Es hijo de padre argentino y madre italiana. Además, tiene dos tíos famosos. Se trata del italiano Matteo Nannini, un jovencito de 19 años que está dando sus primeros pasos en el automovilismo y como costumbre suele poner en sus autos la bandera de su país natal, pero también la de Argentina en honor a sus raíces rosarinas.
Matteo es sobrino de la cantante Gianna Nannini, a quién aún se la recuerda por la canción oficial del Mundial de Fútbol de Italia ’90; y de Alessandro Nannini, quien corrió en la Fórmula 1 y hasta ganó una carrera. Este año correrá en la Indy NXT, la nueva denominación de la categoría promocional Indy Lights; con un auto del Juncos Hollinger Racing. Pero no solo eso ya que el equipo dirigido por Ricardo Juncos lo designó como su piloto de reserva en el IndyCar, aunque primero debe pasar exitosamente un test de evaluación.
El joven Nannini comenzó a competir en karting en 2010 después de probar suerte en el fútbol. “Era muy malo… No era un Messi”, reconoce. Su padre, quien había corrido en karting y tuvo un pasado como mecánico en los equipos Coloni y Minardi, le compró un kart y ahí cambió todo.
Dejó la especialidad en 2018 y en 2019 inició su campaña en monopostos con un gran resultado: campeón de la Fórmula 4 en Emiratos Árabes con siete victorias. En 2020 pasó a la FIA Fórmula 3, donde ganó una carrera; y en 2021 compitió en la Fórmula 2. Después de un 2022 sin actividad, este año volverá a las pistas en la categoría antesala del IndyCar.
Nannini tiene muy buena relación con su tío Alessandro, quien disputó 76 Grandes Premios de F.1 entre 1986 y 1990 y logró un triunfo en el GP de Japón de 1989. “El me ayudó muchísimo”, confiesa. No obstante, prefiere que se lo reconozca por su talento detrás del volante “y no solo por el apellido”.
Aunque ingresa al Indy NXT como debutante y solo conoce un par de circuitos del calendario, Nannini tiene un objetivo ambicioso: ganar el campeonato. “Como la categoría usará un neumático que será nuevo para todos eso reducirá la diferencia entre los equipos”, asegura.
Matteo pasa gran parte del día con Agustín Canapino, quien este año debutará en el IndyCar también con un auto del Juncos Hollinger Racing. “Lo conocía de nombre por sus resultados en el TC. Tenemos una buena relación. De hecho, todas las mañanas entrenamos juntos. El viene de una categoría diferente y siempre me pide consejos por mi experiencia en la Fórmula 3 y la Fórmula 2… Eso me hace sentir alguien importante”, dice el italo-argentino.
Nannini afirma que, como a muchos, la llegada de Canapino al IndyCar lo tomó por sorpresa: “No lo podía creer porque no es fácil tener una butaca en la categoría. Hay solo 27 autos y en todo el mundo hay pilotos que quieren corre en IndyCar. Su incorporación es muy buena porque aumentará la visibilidad del campeonato en la Argentina”.
Aunque su apellido lo conecta con una familia de renombre en el mundo del automovilismo, Matteo Nannini espera ser reconocido por su talento en la pista y su deseo de ganar. Con el apoyo de su equipo y su determinación, se prepara para hacer su propia marca en el automovilismo. Y seguro que lo conseguirá.