El 14 de mayo de 1939 el piloto milanés Luigi “Gigi” Villoresi ganó la Targa Florio, una de las carreras pioneras del automovilismo italiano sobre una Maserati Tipo 6CM. Así la Casa del Tridente mostró su poderío en esa época al lograr su tercer éxito consecutivo, en una racha que se extendió al año siguiente nuevamente con Gigi.
La Targa Florio, una de las competencias más antiguas y famosas del mundo, toma su nombre de Vincenzo Florio, un rico empresario palermitano conocido en el ambiente de las carreras que la creó, la financió y la organizó por primera vez en 1906.
Hasta 1977 se corrieron 62 ediciones más de la Targa Florio (no se disputaron durante las dos guerras mundiales). La carrera se realizaba, generalmente, en el mes de mayo por las estrechas y tortuosas carreteras sicilianas de la cadena montañesa de las Madonie. Solo entre 1937 y 1940 se celebró en el Circuito Parco della Favorita, en Palermo.
El Maserati Tipo 6CM fue un proyecto de Ernesto Maserati que empezó a tomar forma en el 1935. Se trataba de un vehículo de estructura clásica, pero con piezas muy avanzadas para la época.
Además de su motor, un seis cilindros en línea que erogaba 175 caballos, el elemento que realmente le diferenciaba del resto de los vehículos fue su chasis, que significó un gran salto adelante con respecto al pasado.
La estructura de base era todavía la de largueros paralelos, pero con suspensiones delanteras innovadoras que le daban una gran ventaja frente a la competencia inglesa y francesa. Las suspensiones eran de muelles y con barra de torsión aplicadas de forma que se regulaba la tensión del propio muelle según las características del circuito.
La carrocería, como el resto del vehículo, fue objeto de diversas actualizaciones, sobre todo en la referente a la aerodinámica. Sus acentuadas formas redondeadas, los posteriores carenados de los laterales y la mayor inclinación del frontal evidenciaban el profundo estudio aerodinámico en los años de producción.
La supremacía de este monoplaza de competición alcanzó su cima en el año 1938, cuando consiguió adelantar a los temibles E.R.A. británicos, que daban siempre el brazo a torcer a las marcas italianas.
En aquel año debutó también el famoso Alfetta de Alfa Romeo, nacido para el Gran Premio Vetturette. Para la satisfacción de los hermanos Maserati, el Tipo 6CM consiguió también batir al Alfetta durante el GP de Pescara.
El Maserati Tipo 6CM se demostró como un vehículo de gran éxito. Entre 1936 y 1937 se produjeron 27 unidades, que ganaron numerosas carreras en los más importantes circuitos europeos tanto como vehículo oficial de la casa como confiado a “Gentlemen Drivers”.
Una Maserati Tipo 6CM perfectamente restaurada en su diseño original se encuentra en Módena en poder de la Colección Panini.
