El equipo oficial Toyota no para de ser noticia en el inicio del rally Dakar. A los incidentes protagonizados por el sudafricano Giniel De Villiers, quien atropelló a dos motociclistas en 48 horas; se suman las objeciones técnicas a los vehículos del qatarí Nasser Al-Attiyah, líder de la carrera; y el sudafricano Henk Lategan, que marcha 38° después de un complicado arranque.
Al-Attiyah corrió la segunda etapa con la caja negra desconectada, supuestamente por un error de un mecánico. Eso lesimpidió a los técnicos de la Federación Internacional del Automóvil medir las prestaciones de su Toyota Hilux T1+.
Las autoridades multaron con 5.000 euros al equipo regenteado por Glyn Hall y una penalización en suspenso para el piloto. La misma podría ser efectiva si se repite el incidente.
“Las circunstancias excepcionales presentes en este caso, en la medida en que el Rally Dakar lo conforman 12 días de competición y la infracción fue descubierta en el segundo, estando el coche conforme en el primero. Una descalificación de la competición no sería proporcionada, especialmente porque el competidor ha confirmado que rectificará el problema y el coche volverá a estar conforme al reglamento para los próximos 10 días de competición”, explicó la FIA.
Lategan, en tanto, fue penalizado con cinco minutos porque se comprobó que en la etapa 2 su vehículo infringió el máximo permitido en la presión del turbo. La normativa permite cinco overboosts bajos (entre 30 y 100 mbs), pero Lategan se excedió en uno.