En colaboración con dos laboratorios del Instituto de Tecnología de Massachusetts (Estados Unidos), Lamborghini está en pleno desarrollo de un súper deportivo eléctrico al que llamó Terzo Millennio.
Con este prototipo, que adelanta el diseño y las teorías de la tecnología del mañana, Lamborghini quiere revolucionar el almacenamiento de energía de las baterías convencionales e investigar el potencial de los súper condensadores en línea con el de bajo rendimiento del motor V12 del modelo Aventador, que empezó hace cinco años.
El siguiente paso es el desarrollo de un sistema de almacenamiento capaz de entregar picos altos de potencia y regenerar la energía cinética, limitando el desgaste ligado al número de ciclos de carga y descarga en la vida útil del vehículo; sin dejar de lado la capacidad de recuperar la energía eléctrica en modo simétrico.
A través del Terzo Millennio, se pretende desarrollar el concepto de la auto reparación con unos microcanales de compuestos químicos que tratarán de reducir el riesgo de propagar el daño en la estructura de fibra de carbono.
El monocasco, basado en la tecnología Lamborghini’s Forged Composite, puede ser modelado para contener solo el sistema de almacenamiento de energía y los asientos de piloto y copiloto, inspirado en los coches de carrera.
Por el lado del sistema de propulsión, cada rueda incluye un motor eléctrico integrado. De esta manera, mantiene la tracción total y aprovecha la potencia suministrada por estos mismos.
Otra de las novedades del Terzo Millennio es un modo de conducción para la pista llamado Piloted Driving, con el que el conductor será guiado por un experto virtual para que se sienta como “un verdadero piloto de carreras en un coche fantasma virtual”.