Después de once participaciones en moto, Laia Sanz ya sabe lo que es correr el rally Dakar en coches. Desde que arrancó el motor de su MINI ALL4 Racing del Primax X-Raid Team el primer día del 2022, la ex motociclista se propuso seguir con su racha de llegadas y hacerlo en el mejor puesto posible. Finalmente, la española cruzó la meta 23° y 13° en la categoría T1. También fue la mejor mujer ubicada en la competencia y la mejor debutante.
Durante la primera semana Sanz debió penar con salir muy atrás en cada etapa debido a una decisión de la Federación Internacional del Automóvil de priorizar a los pilotos que participan en todo el Mundial de Rally-Raid. Eso complicó sus aspiraciones de estar adelante con un vehículo que no se benefició del nuevo reglamento T1+ (más recorrido de suspensión, un mayor ancho y ruedas más grandes).
Para la segunda semana el orden de largada volvió a ser como antes y eso le permitió a la española, navegada por el italiano Maurizio Gerini, competir sobre caminos menos dañados, logrando así buenos parciales y sobreponiéndose a algunos contratiempos que le hicieron perder tiempo.
“Estoy muy feliz por haber acabado el Dakar. El objetivo era terminar, aprender mucho y hemos conseguido las dos cosas, además el resultado es incluso mejor de lo que esperábamos, así que no podemos estar más que contentos”, que además fue la mejor debutante de 2022, contando coches y buggies ligeros.
“Sufrimos un poco la primera semana al tener que salir muy retrasados cada día, pero sin eso, creo que podríamos estar más adelante. Sabemos que lo podemos hacer mucho mejor, aunque con el cambio de normativa, hay mucha diferencia de prestaciones con los T1+”, agregó la múltiple campeona de las dos ruedas.
Sobre su racha de carreras concluidas, Laia destacó: “Es brutal haber terminado doce Dakar seguidos porque siempre es difícil llegar a la meta y en coche las posibilidades de que pasen cosas son mayores porque la mecánica es más compleja y todo se complica más, aunque es verdad que en moto es fácil caer”.
“Estamos muy satisfechos porque hemos sabido gestionar la carrera y hemos tenido un coche, el MINI, que es muy robusto y ha ido muy bien. Creo que he corrido como lo hacía con la moto, siendo consciente del propio nivel y sin pasarme de los límites… aunque a veces puede ir mal igualmente, porque en tantos kilómetros es fácil que sucedan cosas. Para mí, la clave es conocerse a uno mismo, saber dónde se puede correr y dónde no. Al final, es una carrera larga y se debe ser consciente de ello”, concluyó Laia, que se muestra entusiasmada por sumar más capítulos a su nueva etapa en la carrera más dura del mundo.
LOS GRANDES LE DIERON UN APROBADO
Su gran labor mereció el reconocimiento de varias personalidades de la caravana dakariana. “Laia conoce cómo va el Dakar así que a la hora de plantear la estrategia, sabe que lo más importante es no detenerse nunca e intentar ser lo más constante posible. Pero desde luego, aprende muy rápido aún teniendo que aprender muchas cosas a la vez y día a día va mejorando. Lógicamente, le tomará algo de tiempo aún, pero creo que tiene calidad suficiente. ¡No le puedo dar muchos consejos, a Laia! Tiene tanta experiencia que ya sabe cómo va el negocio desde hace mucho tiempo”, dijo el francés Stéphane Peterhansel, 14 veces ganador de la carrera.
“La Laia del primer día a la del último día son muy diferentes…. Con ella hicimos un pacto. Le dije que trataría de ayudarla, a través del Extreme E y de X-raid, para hacer su transición de las motos a los coches, y la verdad es que da gusto trabajar con ella. Estoy encantado de colaborar con ella”, admitió su compatriota Carlos Sainz, justamente alguien fundamental en este proyecto.
“Al igual que muchos otros pilotos de motos antes, Laia está aprendiendo cómo es la carrera en coches. Por supuesto, va a necesitar un poco de tiempo, porque es muy diferente a correr en moto. En moto tienes más posibilidades de entrenar y aprender, mientras que en coche no se puede aprender de la misma manera porque hay menos oportunidades de practicar. Ella ahora necesita practicar y practicar, pero no estoy preocupado. Con el palmarés que tiene, está claro que cuando tiene un objetivo va a por él a fondo, así que va a ir mejorando poco a poco. Laia y Maurizio son buenos, no hacen muchos errores y están en el buen camino”, analizó David Castera, director de la prueba.
Por último, recibió grandes halagos de la alemana Jutta Kleinschmidt, la única mujer ganadora del Dakar (2001). “Estoy muy orgullosa de ella porque no es fácil cambiar de la moto al coche, yo misma lo experimenté en su momento. Todo el mundo te está mirando y espera grandes resultados de ti. Creo que ha progresando notablemente en una parrilla realmente competitiva”.