El francés Esteban Ocon protagonizó una verdadera hazaña en el Gran Premio de Turquía, 16ª fecha del Mundial de Fórmula 1 que se realizó en Estambul. El piloto de Alpine fue el único de los competidores que no ingresó a boxes para cambiar gomas, una estrategia que le permitió arribar en el décimo puesto.
Ocon pudo arriesgarse a esta táctica porque la carrera fue declarada con piso húmedo. Esta calificación exime a los competidores de ingresar a boxes para hacer el cambio de neumáticos y utilizar otro compuesto, algo obligatorio en condiciones normales.
Esta alternativa fue pajarada por el monegasco Charles Leclerc (Ferrari) y el inglés Lewis Hamilton (Mercedes), aunque finalmente decidieron ingresar a los pits sobre el final por el riesgo de que las gomas se rompan.
La realidad de Ocon, que largó 12°, fue muy distinta a la de sus rivales, que estaban luchando por un lugar en el podio. Con un ritmo de vuelta menor logró cruzar la meta y llevarse el último punto en juego. No obstante, los neumáticos demostraron la tremenda exigencia.
“Sumar un punto es fantástico después de un fin de semana complicado y una carrera muy larga. Ha estado bien arriesgar hasta el final con un solo juego de neumáticos, algo que no se ve muy a menudo. Fue difícil, pero los neumáticos aguantaron lo justo y al final tuvimos una pequeña recompensa por ello”, resumió Ocon, que este año sumó en diez de los 16 GP’s disputados.
No es la primera vez que un piloto llega al final de un Gran Premio sin entrar a boxes. En el GP de Mónaco de 1997 el finlandés Mika Salo tomó la misma postura que Ocon bajo la lluvia y finalizó con su Tyrrell en el quinto puesto en una carrera en la que solo llegaron diez autos.
También hay un antecedente del GP de Países Bajos de 1961, que quedó en manos del alemán Wolfgang Von Trips (Ferrari). En esa prueba ninguno de los 15 participantes ingresó a cambiar gomas, que aguantaron sin problemas los 314 kilómetros de la carrera.