No hay dudas que el italiano Flavio Briatore ha escrito varios capítulos en la historia de la Fórmula 1. Algunos de ellos llenos de gloria, como los que protagonizó con el alemán Michael Schumacher en Benetton en los ’90 y los que tuvo junto al español Fernando Alonso en Renault en los primeros años del 2000. Aunque no todos fueron buenos, como lo demostró con su implicancia en el famoso Crashgate de 2008, una triquiñuela que hizo adrede en el Gran Premio de Singapur para que Alonso gane la carrera.
La maniobra antideportiva se dio a conocer varios meses después de haber sucedido cuando el brasileño Nelsinho Piquet, pieza clave del incidente, se marchó de Renault e hizo público el complot. Contó que en medio de sus tratativas para renovar su vínculo con el equipo, Briatore y Pat Symonds, director técnico del Rombo, le ordenaron chocar -algo que hizo- para que se neutralice la carrera y permitirle a Nano alzarse con la victoria.
La investigación realizada por la Federación Internacional del Automóvil concluyó en la responsabilidad de los directivos del team francés a quienes penalizó severamente: a Briatore se le impidió participar en la F.1 de cualquier manera de por vida, mientras que a Symonds se le aplicó una suspensión de cinco años.
Poco después, el italiano fue exonerado por el Tribunal de Gran Instancia de París entendiendo que la medida de la FIA había sido irregular porque en ella tuvo un papel preponderante el inglés Max Mosley, entonces titular de la entidad y enemistado con Flavio.
Pese a que la sanción se levantó hace más de una década, rara vez se ha visto a Briatore en el paddock de la F.1 ya que prefirió concentrarse en otras actividades, como la franquicia Billionaire Nightclub, el restaurante Cipriani y hasta su propio partido político llamado Movimento del Fare.
Pero eso cambiará en 2022 ya que está previsto que Briatore se sume al equipo de trabajo de Liberty Media que presidente su compatriota Stefano Domenicali. De hecho, a la espera de que su desembarco se haga oficial se mostraron juntos en video que el propio Briatore subió a su cuenta de Instagram.
“Está a punto de comenzar un nuevo capítulo en la F.1: ¡les traeremos la emoción, el entretenimiento, la alegría y la energía que este maravilloso deporte merece!”, posteó el ex team-manager.
El trabajo de Briatore no tendría nada que ver con el aspecto deportivo de la categoría, algo que seguirá a cargo de Ross Brawn, sino más con la atención de invitados especiales, algo en lo que el italiano se ha convertido un experto…