En la primera jornada de pruebas de la Fórmula 1 en Bahrein, en el inicio de la últimos tests de pretemporadas, el equipo Mercedes probó una versión de su W13 sin pontones, algo que convulsionó al paddock de la Máxima.
El original diseño, que busca aprovechar al máximo los beneficios del efecto suelo que tendrá una gran ingerencia con la nueva normativa técnica, sería tan efectivo que podría tener un segundo de ventaja sobre el resto de los autos.
La solución consiste en una carcasa mucho más estrecha que se inclina hacia el interior en la parte superior. Esto forma una rendija triangular vertical estrecha para las entradas del radiador.
“Creo que no hay duda de que el concepto de Mercedes no lo habíamos previsto, es una interpretación muy extrema del reglamento”, dijo el ingeniero inglés Ross Brawn, responsable deportivo de la F.1.
El que puso en duda la legalidad del auto es el inglés Christian Horner, responsable de Red Bull. “El nuevo Mercedes viola el espíritu del reglamento. Para nosotros hay algunas partes que no son legales”, explicó el team-manager inglés a Auto Motor und Sport.
Las palabras de Horner fueron retrucadas por Toto Wolff, su par de Mercedes. “Dijo eso media hora después de ver el coche por primera vez, ¿cómo puede suponer que es ilegal?”, se preguntó el austríaco
Pese a la supuesta superioridad del nuevo concepto, el inglés Lewis Hamilton terminó quinto en el primer turno a 1.8 del monegasco Charles Leclerc (Ferrari).
En los boxes del circuito de Sakhir comenzó a rumorearse que la Federación Internacional del Automóvil podría considerar ilegal a este desarrollo debido que no coincide con la idea del reglamento nuevo, que es mantener la igualdad en la categoría.