Mientras en la Argentina se utiliza tierra arada y gomas -generalmente mal puestas- para defender la integridad de los pilotos durante las competencias, en el resto del mundo trabajan a destajo para reforzar la seguridad de las pistas.
La última innovación pertenece a la empresa suiza Geobrugg y es tan eficaz que la Federación Internacional del Automóvil la aprobó para ser utilizada en circuitos Grado 1, los mismos que reciben a la Fórmula 1.
Este tipo de protección se viene utilizando desde hace años en diferentes circuitos europeos, aunque la segunda generación es la que fue aprobada por la FIA para ser utilizada en los Grandes Premios.
Se trata de una cerca de acero que está sostenida por postes que también son de metal. Los mismos tienen una separación de seis metros entre sí, en lugar de cuatro como en el uso estándar para soportar escombros.
El mayor espacio entre los postes ha sido posible gracias al uso de un mayor diámetro de cable de 16 mm, en combinación con espirales helicoidales de alta resistencia para conectar el cable a la malla.
En las pruebas demostró una gran eficacia tanto que puede ser utilizados en carreras de motos como de monopostos. La valla, que también permite una buena visibilidad para el público, se ha sometido a diversos ensayos incluido el impacto de un auto a 150 km/h.
[fvplayer id=”33″]El nuevo diseño también ofrece beneficios de sostenibilidad, ya que requiere menos contenedores para transportarlos en comparación con las defensas actuales. Tampoco requiere tantos puntos de cimentación de hormigón para los postes, lo que puede mejorar la velocidad con la que se puede instalar.
“Nuestro objetivo era lograr un impacto masivo en la sustentabilidad mientras intentábamos mejorar la seguridad y la facilidad de instalación del sistema. Creo que hemos logrado esto y más. Los circuitos que buscan una solución más sustentable y una mejor experiencia para los espectadores no deberían buscar más”, afirmó Jochen Braunwarth, director de soluciones para el deporte motor de Geobrugg.