Como muchos futbolistas, Sergio Agüero siente una especial fascinación por los autos. Aunque prefiere más los SUV y las camionetas, en su época de jugador del Manchester City les hizo caso a sus compañeros y se compró un deportivo.
“Me gustan los coches, pero soy muy de las camionetas”, confesó el Kun en una charla con los periodistas Martín Souto y Morena Beltrán. Así fue la manera en que presentó la anécdota que vivió en 2015 cuando el City se disputaba con el Chelsea y el Arsenal, el liderazgo y la posibilidad de quedarse con la Premier League.
Los compañeros del argentino lo cargaban porque llegaba a los entrenamientos con un auto que, según ellos, no era acorde al salario que percibían los futbolistas del conjunto de Manchester. Fue entonces que Agüero le pidió consejos al defensor británico Micah Richards, quien le sugirió que tenía dos alternativas: Ferrari o Lamborghini.
Finalmente, el Kun eligió un Lamborghini Aventador, aunque por una razón especial. Había visto la película Batman: el caballero de la noche y quedó entusiasmado con el Batimovil utilizado por el Encapotado en aquel film. “Llamé a Lamborghini y pedí que me lo hagan igual que Batman”, contó el ex futbolista, que pagó 1.5 millones de euros por el súper auto.
Algo parecido ya había hecho en 2009 cuando aún jugaba en el Atlético de Madrid y decidió comprarse un Aston Martin después ver una película de James Bond…
Sin embargo, la experiencia de Agüero con el Aventador no fue grata, justamente por sus características y prestaciones de esta bestia de 700 CV que acelera de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos. “El coche rebotaba mucho y parecía que te pedía como para que aceleres. Dije ‘a la mierda’ y lo dejé ahí”, explicó.
Finalmente, en 2021, cuando se concretó su pase al Barcelona, Agüero decidió venderlo con el escueto kilometraje que le había hecho. “Fueron 1.300 kilómetros en seis años… Fue el coche más al pedo que compré en mi vida”, culminó.