Por esas cosas de la Fórmula 1, el finlandés Kimi Räikkönen ya no defenderá el honor de Ferrari pese a mostrarse en un buen nivel en las últimas y, lo que no es menor, ser el piloto que le dio su último título a la Scuderia en 2007.
Kimi inició su segunda etapa en el team de Maranello en 2014 y sus progresos fueron notables pese a que siempre corrió como escudero de sus coequipiers, primero el español Fernando Alonso y luego el alemán Sebastian Vettel. Culminó 14º en aquel primer torneo, finalizó 4º en 2015, 6º en 2016, nuevamente 4º en 2017 y finalizó 3º en 2018, en una temporada que incluyó 12 podios y una pole position. Pero con 39 años, Ferrari decidió jubilarlo y reemplazarlo con el joven monegasco Charles Leclerc.
Afortunadamente, aquellos que disfrutan de su vehemencia detrás del volante y, sobre todo, de sus charlas radiales con sus ingenieros de pista, Iceman seguirá acelerando en la Máxima, al menos un año más. Y no será con cualquier equipo ya que recalará en Sauber, la escudería con la que debutó en la categoría.
Aquel estreno con el team helvético fue poco habitual, al menos en ese entonces. Kimi tenía 21 años cuando Peter Sauber le dio una oportunidad de probar uno de sus F.1 a fines de 2000 después de una gran campaña en la Fórmula Renault Británica, de la que había sido campeón ese año con siete victorias en una decena de carreras.
El finlandés anduvo tan bien en ese ensayo que Sauber lo nombró como piloto titular para el 2001 pese a tener solo 23 carreras en el automovilismo, ya que hasta 1999 había competido en karting. Su caso fue tan atípico que la Federación Internacional del Automóvil le concedió la Súper Licencia, aunque de modo provisorio por las primeras carreras del certamen.
Pero ya en el Gran Premio de Australia, la primera cita de aquel certamen que inauguró el Siglo XXI, Räikkönen se encargó de demostrar que había llegado a la F.1 para conseguir grandes cosas. Con el Sauber C20-Petronas largó 13º y terminó sexto, sumando así su primer punto. También estuvo a un paso del podio al terminar cuarto en los GP’s de Austria y Canadá. Aquella primera campaña en la F.1 la finalizó en el décimo lugar (sumó en cuatro de las 17 carreras) a solo tres puntos de su compañero, el alemán Nick Heidfeld.
Lo demostrado en ese 2000 con Sauber le permitió a Räikkönen desembarcar en McLaren al año siguiente. Su paso por la escudería de Woking se extendió hasta 2006 (fue subcampeón en 2003 y 2005) y en 2007 llegó a Ferrari, que le respetó el contrato hasta 2009 cuando decidió romperlo para permitir la llegada del español Fernando Alonso.
Aunque ya no es aquel joven que asombró en su primer año, Kimi Räkkönen aceptó el desafío de volver a Sauber. Es difícil predecir cómo terminará esta nueva aventura, aunque está claro que en cada carrera entregará todo, como lo hizo siempre.