De regreso en la Fórmula 1 después de pensar que ese capítulo de su vida había terminado, Kevin Magnussen afirmó que está viviendo un sueño del que ni siquiera los abandonos en tres de las últimas cuatro carreras pueden despertarlo.
El danés, que volvió a Haas para sustituir al ruso Nikita Mazepin, tuvo un comienzo de años excelente al sumar puntos en tres de sus primeras cuatro carreras, incluido un magnífico quinto puesto en la apertura de la temporada en Bahrein.
“Cuando te llega una oportunidad por la puerta de atrás y no te la esperas, es muy fácil disfrutarla y apreciarla. Esperaba que la Fórmula 1 fuera un capítulo cerrado de mi vida. Ni siquiera lo estaba soñando. Es más que un sueño hecho realidad”, admitió Magnussen en una entrevista a la agencia Reuter.
El regreso de Magnussen es el segundo en una campaña que comenzó con McLaren en 2014 antes de estancarse después de un año al margen en 2015.
Informado por correo electrónico en su día de cumpleaños que McLaren lo estaba dejando de lado, se unió a Renault con poca antelación antes del comienzo de la temporada 2016 y se mudó a Haas en 2017.
Al final de la temporada 2020, Haas prescindió de sus servicios y los del francés Romain Grosjean en favor de los jóvenes Mick Schumacher, hijo del siete veces campeón mundial Michael, y Mazepin.
Magnussen dijo que había perdido la esperanza de un regreso a la Fórmula 1 hasta que el jefe del equipo Haas, Guenther Steiner, le ofreció el asiento del despedido Mazepin.
Una segunda oportunidad y el nacimiento de su primer hijo el año pasado han traído una nueva perspectiva que ni siquiera los problemas de confiabilidad en los motores Ferrari que utiliza el equipo yanqui.
“Yo no hago los motores”, se encogió de hombros Magnussen, quien ha anotado los 15 puntos de Haas esta temporada. “No puedo influir en eso de ninguna manera, así que no tiene sentido preocuparse por eso”.