El salteño Kevin Benavides abandonó este miércoles, durante la etapa 10 del rally Dakar, cuando marchaba en la quinta posición de la general y buscaba acercarse a la lucha por la punta. “Me voy con un sabor amargo, pero con mucha más hambre de volver por más”, le aseguró a Automundo el último ganador de la carrera en la categoría motos.
Cuando el reloj marcaba las 8:18 , en medio del desierto de Arabia Saudita, el impulsor de la KTM con el número 1, dijo basta. “Había salido muy enfocado, a empujar, y al kilómetro 130 se rompió algo en el motor; no me hizo ninguna indicación ni alerta, de repente se paró y no hubo más nada que hacer, sólo llorar, enojarse un poco y nada más”, se descargó Benavides al llegar al campamento de Bisha.
En la charla con Automundo, Cadena 3, Infobae y Clarín, los únicos medios argentinos en el reino suadí, el piloto de KTM se mostró frustrado por el desenlace de esta competencia que desde el primer día fue muy dura para él, pero que con el correr de los días y en base grandes actuaciones, se había ido enderezando.
“La verdad que he luchado contra todas las adversidades. Fue un inicio de Dakar duro con una etapa donde perdí mucho tiempo, pero desde ahí siempre tuve una actitud positiva, empujando hacia adelante”, afirmó Kevin. Y luego agregó: “No queda otra que mantener esa actitud positiva, aunque es más fácil decirlo que estarlo. Tenía muchas ilusiones de poder pelear por la victoria hasta el final y sino de lograr un podio que también iba a ser muy importante después de un año de muchísimos cambios”.
Respecto al momento en el que el motor sufrió la avería y a su reacción, el argentino contó que no hubo mucho por hacer, por ello tampoco pidió ayuda ningún competidor: “No hice parar a nadie porque no había nada que hacer. El motor no tenía solución. Mi hermano y Diego Llanos se frenaron a preguntar, pero les dije que sigan”.
“La forma en la que se rompió el motor me hizo acordar al abandono de 2020. La única diferencia fue que en ese momento faltaba la mitad de la carrera y ahora apenas unas etapas”, recordó el salteño y aseguró que volverá por revancha: “Me voy con un sabor amargo pero con mucha más hambre de volver por más”
Por último Benavides se tomó un momento para realizar un análisis de la carrera y fue crítico con la organización: “La primera semana de la carrera fue una carrera demasiado rápida y peligrosa, donde no había técnica ni nada. Recién en la segunda semana la carrera tomó otro rumbo y fue más técnica y más movida. La primera semana no me gustó para nada”, sentenció.