La cuenta regresiva está por llegar a cero. En solo unas horas comenzará el rally Dakar 2022, que nuevamente tiene como escenario Arabia Saudita. En el mismo momento en que se inicie la primera parte de la etapa 1, entre Jeddah y Hail, el salteño Kevin Benavides comenzará la defensa del título que logró con su triunfo en 2021. Como si eso no fuera intenso, lo hará con KTM después de abandonar Honda tras su consagración.
En una extensa charla con Automundo, Benavides habló del significado de llevar el 1 en su moto y de los motivos que lo llevaron a cambiar de marca, pero también de lo que significa para él estar en la historia de la carrera más dura del mundo, de cuánto le costó llegar a este lugar y de su anhelo de compartir un podio con su hermano Luciano, que también es parte de la exigente carrera dentro del equipo Husqvarna.
-Ya participaste en varias ediciones del Dakar, pero está será la primera vez que tu moto tendrá el número 1…
-Sí, es muy bonito ver el número 1. Es un número emotivo porque todo el trabajo que uno ha hecho está ahí reflejado. Igualmente yo prefería usar el 47, pero bueno al menos me lo dejaron poner más pequeño… El 1 está, es lo que he logrado y voy a salir a defenderlo. La verdad que no lo tomo como presión, al contrario; estoy un poco más relajado porque ya lo logré, ya logré salir campeón; puedo estar un poco más tranquilo, disfrutar aún más de la carrera y tratar de usar toda la maduración y toda esa experiencia que fui consiguiendo durante todos estos años. El Dakar es el Dakar, ya todos lo sabemos. Por eso creo que lo importante es estar enfocado, en trabajar día a día, etapa por etapa y de ahí en más veremos cómo se desarrolla la carrera porque, lamentablemente, es una competencia en la que te pueden pasar muchas cosas. Yo creo que mientras más presionado vas para conseguir un resultado, el resultado se hace más difícil de conseguir. Lo importante será ir tranquilo, sin la presión del número 1, de que estoy en KTM y demás. Obviamente estará a la presión, pero yo trataré de poner ahí una barrera para que personalmente a mí no me afecte, tratar de seguir haciendo lo que lo que tengo que hacer, el trabajo día a día y avanzar.
-El Dakar pasado corriste sin haber firmado contrato con Honda. ¿Eso influyó en la relación que tuviste a lo largo de la carrera con el equipo?
-Creo que se habló un poco más de eso; la verdad yo tenía muy buena relación con todos en Honda, sobretodo con los team manager… Sí es cierto que no tenía firmado contrato. No había tenido la propuesta de renovación previa al Dakar, pero yo tampoco insistí. Me la jugué en ir así al Dakar. Normalmente todos los pilotos ya van a un Dakar con un contrato firmado para el siguiente, por una cuestión de tranquilidad. Pero yo dije, “bueno, me la voy a jugar”, en el sentido de bueno, a ver qué pasa. Y no pensé nunca durante la carrera en eso básicamente. Cuando terminó el Dakar, al estar sin contrato dije, “ahora también yo tengo una carta favor, tener el 1´”. Entonces empezamos a negociar para la renovación y apareció KTM…. Al final fue positivo no haber tenido algo ya firmado porque pude elegir. Igual, sinceramente, no tenía una mala relación. Las cosas han terminado muy bien con todos en Honda. Les agradezco muchísimo por todo lo que han hecho durante estos cinco años por mí. Yo les di la victoria, que es por lo que creó que ellos me han contratado; entonces sentí que mi trabajo estaba hecho, que yo les cumplí. Me fui de Honda muy bien en todo sentido, en la mejor de las relaciones y con las puertas súper abiertas. Me enmarque en un proyecto nuevo, diferente. Con riesgo, ¿no? Porque lo más sensato tal vez hubiese sido quedarme en el equipo donde ya conocía todo. Pero dije “me voy a animar a hacer este cambio” porque soy un piloto al que le gustan los desafíos y llevándose el 1 inclusive, que es algo que nadie ha hecho (NdeR: en realidad el francés Cyril Despres se lo llevó de KTM a Yamaha en 2014). Y bueno, son todas esas cosas que me gustan porque me gusta hacer historia y con KTM se da la oportunidad de que si puedo volver a conseguir una victoria sería el primer piloto que las consigue con dos marcas distintas… Me la jugué y cambié y la verdad es que estoy contento.
-¿Cómo comparás a ambos equipos y a sus motos?
-KTM tiene más años y más experiencia. En ese sentido creo que con Honda se diferencian un poquito en la metodología de trabajo por una cuestión de costumbre. Honda es un equipo más nuevo, tiene siete años en lo que es el rally. KTM lleva más de 20 años… Respecto de las motos hay que partir de la base de que son conceptos diferentes, aunque con muchas similitudes. KTM ahora presentó una moto nueva, que se asimila más a una Honda. Tiene un chasis más convencional, más tipo de motocross, como usan las demás marcas. Por lo cual la moto va muy bien. Hemos trabajado mucho y creo que llegamos a una moto muy competitiva para el Dakar…
-¿Qué te parece el recorrido de este Dakar 2022?
-Vamos a tener muchísima navegación, inclusive más de lo que fue este año. Vamos a tener menos zonas de piedras y más arena, mucha mas arena. La etapa maratón va a ser al segundo día, algo que me parece un poco inusual. Al final mejor para nosotros porque las motos al segundo día están completamente nuevas, así que para los pilotos va a ser mejor. Después dicen que va a haber una sorpresa, que van a mezclar en la etapa 5 y 6 a autos y motos en la largada. No sé bien cómo será eso, pero bueno, se ve que va a ser un Dakar diferente. Vamos a tener más etapa en bucles por lo cual vamos a tener un poco menos de enlace, que también es muy bueno. Así que se ve un Dakar bonito, bien diseñado…
-Imagino que el trofeo de la victoria lo tenés en un lugar especial de tu casa. ¿Cuando lo ves que es lo que sentís?
-…Cada vez que lo veo me motiva. Me recuerda la victoria en ese último día que ha sido tan emocionante y también cuando se definió toda la carrera. El trabajo, el sacrificio, los miedos, los temores, las caídas, los golpes, todo el sufrimiento… Es una sensación increíble y, sinceramente, quiero ir por más.
-Recuerdo una charla que tuvimos en unos Six Days en San Juan, hace mucho tiempo ya. Vos estabas en tu última etapa de enduro y ya se te mencionaba como futuro piloto del cross country ¿Te imaginabas en esa época que ibas a lograr todo lo que conseguiste en el Dakar?
-La verdad, y te soy sincero, no me imaginé nunca todo lo que logré. Aunque internamente siempre sentí que había nacido para hacer esto, para lograr grandes cosas… Eso lo hablaba el otro día con unos amigos y con mi papá… Imaginate, yo era de Salta, no de Buenos Aires, de Salta y desde ahí empecé a abrirme en el enduro; primero a nivel nacional, después latinoamericano, fui a los Six Days, al Mundial. Y era toda una experiencia nueva que nadie la había hecho; el otro que también empezó en ese momento fue Franco Caimi desde Mendoza… Yo hace diez años estaba corriendo en España y ni me imaginaba que iba a correr en rally. El Dakar lo veía como algo muy interesante, pero sentía que era muy chico como para hacerlo. De hecho vos hablas de los Six Days de 2014 en los que tuve una buena participación. Hasta ahí ya había sido campeón argentino varias veces, campeón latinoamericano, tenía cuatro medalla de oro en los Six Days y dije “creo que es momento de cambiar”. Ahí apareció Mariano Casaroli, de Honda Mec Team. Mientras que yo estaba de vacaciones y aprovechando que el Dakar pasaba por Salta me dejó la Honda 450 de Demián Guiral, que había abandonado. “Cuando vuelvas de las vacaciones, andá y probala”, me dijo Mariano. Volví, agarré esa moto y me fui a andar, sin nada, sin road-book, solo a andar. Y desde el momento en que me subí a la moto de rally sentí mucha conexión, me gustó muchísimo. Intenté ir con KTM, pero ni sabía quién era yo. Honda me dio la posibilidad a través del Honda South America Rally Team y ahí empezó toda esta historia… En el Dakar 2016 me impuse en la tercera etapa y me convertí en el primer argentino en lograr una victoria parcial. Desde ese momento supe que podía ganar el Dakar y no me di por vencido hasta lograrlo.
-En este proceso tuviste caídas, lesiones y cicatrices, una de las cuales aún se te nota en rostro. ¿Qué significan estas marcas para vos?
-Las cicatrices yo no me las quitaría nunca. Estoy lleno de cicatrices por todo el cuerpo. Cada una son un recuerdo y una manera también de aprender. Este año también me lleve un par de cicatrices. Tengo un par de huesos rotos también, los hombros… sé que seguramente cuando tenga 50 años me va a doler todo el cuerpo, pero bueno, mi preparador me dice que nunca voy a poder dejar de entrenar porque el día que deje de hacerlo me va a doler todo; ¡voy a tener que ser deportista toda mi vida para tratar de no tener dolores!
-En esto de querer hacer historia en esta mítica carrera, me imagino que uno de tus anhelos es compartir un podio con tu hermano Luciano, ¿es posible conseguir algo así?
-Sería algo increíble… Me lo imagino y sería muy lindo compartir un podio con él, creo que sería lo máximo. Te soy sincero, la verdad que cuando consiga otra victoria, ahí ya me podré retirar tranquilo. Espero conseguir también un podio con mi hermano. Y la verdad es que eso puede estar cerca porque Luciano anda muy bien. Este año ha entrenado fuerte, ha crecido, ha madurado mucho. Creo que todo es posible, así que podemos soñar en grande.
