El estadounidense Jimmie Johnson se convirtió en el primer piloto de renombre en el mundo del automovilismo en dar positivo de coronavirus, algo que le impedirá participar de las competencias del NASCAR e IndyCar previstas para este fin de semana en el Indianápolis Motor Speedway.
El siete veces campeón del división más importante del país del norte se sometió a un test de detección de COVID-19 el viernes luego que su esposa Chani diera positivo tras experimentar síntomas semejantes a los de una alergia.
“Mi prioridad es la salud y seguridad de mis seres queridos y mis compañeros”, aseveró el piloto, que tiene previsto retirarse a fin de este año. “Nunca me he perdido una carrera en toda mi trayectoria dentro de la Copa, y sé que va a ser muy duro mirar desde fuera cuando debería estar compitiendo. Aunque la situación es extremadamente decepcionante, voy a volver listo para ganar carreras que nos pongan en la disputa por los playoffs”, agregó.
La escudería Hendrick Motorsport informó que Johnson no regresará a la acción mientras no reciba el visto bueno de un médico. Su puesto en el Chevrolet número 48 lo ocupará Justin Allgaier.
“Jimmie ha manejado esta situación como el campeón que es”, manifestó Rick Hendrick, dueño de la escudería. “Estamos aliviados por el hecho de que él no muestre síntomas y de que Chani evolucione muy bien. Sabemos que él volverá y estará listo muy pronto. Va a ser difícil para él estar fuera del auto y lejos del equipo. Pero esto es lo correcto para Jimmie y para todos los involucrados”.
Hendrick Motosports informó que ha implementado procedimientos detallados para proteger la salud de sus miembros. Entre las medidas están revisiones diarias en las instalaciones, la separación de las operaciones y del personal que viaja, horarios divididos de trabajo, uso estricto de mascarilla y requisitos de distanciamiento social, así como un mayor nivel de desinfección en las áreas de trabajo.