En medio de la vorágine política que caracteriza a la Argentina, el flamante presidente electo Javier Milei no solo ha llegado al poder con sus ideas disruptivas, sino también a bordo de un vehículo que refleja su estilo de vida y personalidad: un Peugeot RCZ Coupé de 2013.
Según su declaración patrimonial, Milei es propietario al 100% de dos vehículos, siendo el Peugeot RCZ Coupé el más destacado de la lista (el otro es una Mercedes-Benz Sprinter de 2015). Adquirido en enero de 2013, este automóvil tiene un valor estimado de $2.441.900, según la valoración realizada por el propio presidente.
NACIDO PARA COMPETIR CONTRA EL AUDI TT
El Peugeot RCZ Coupé, conocido por los expertos y amantes del motor como uno de los “autos más atractivos que fabricó Peugeot”, se lanzó al mercado en 2011 tras ser presentado dos años antes en el Salón de Frankfurt para rivalizar directamente con el Audi TT.
La coupé deportiva, considerada la más exclusiva de la marca del león, conquistó a los aficionados argentinos, registrando 650 ventas hasta el 2013. En ese año, el modelo recibió una versión mejorada y rediseñada que aterrizó en el país, consolidando su estatus como un ícono automovilístico.
Aunque la declaración no especifica si Milei posee la versión manual o automática del RCZ, la versatilidad y estilo innovador de este modelo parecen alinearse con la filosofía del presidente, quien ha hecho de la libertad y la individualidad sus banderas políticas.
El precio de lanzamiento del Peugeot RCZ Coupé en 2013 rondaba los $290.000, lo que refuerza la imagen de Milei como un hombre que valora la calidad y el diseño en sus elecciones personales, incluso antes de entrar en la arena política.
En el círculo cercano al presidente, se recuerda que durante su etapa en el sector privado, Milei solía llegar a sus compromisos laborales al volante de su RCZ, mientras disfrutaba de música clásica a todo volumen.
Este detalle revela un matiz más de la personalidad multifacética del líder, un hombre que fusiona su amor por la libertad con un gusto refinado por la elegancia automovilística.